"La obra debió pararse en 2007"

La gestión de la Gerencia de Urbanismo de Sevilla (PSOE) en el proyecto Metropol Parasol, el más importante de los que tiene en marcha el Ayuntamiento, ha recibido muchas críticas, pero ninguna tan contundente como la que firmó el secretario municipal, Luis Enrique Flores, el 17 de mayo. En un informe redactado para dar luz verde a una modificación presupuestaria del proyecto, Domínguez afirma que Urbanismo sabía desde hace tres años que la obra, tal y como estaba concebida, no era "realizable" por lo que no había que haber modificado el proyecto sino empezado uno nuevo. "La obra debió pararse en mayo de 2007", advierte el secretario.

Metropol Parasol surgió en 2004 de un concurso de ideas convocado para remodelar la plaza de la Encarnación y construir un mercado de abastos. Ganó el alemán Jürgen Mayer con un diseño cuyo emblema son unas enormes setas que se han ganado tantos simpatizantes como detractores. Las setas, que están a medio construir, son también las culpables de que el sobrecoste de la obra, según desvela el secretario, ascienda ya a 38,4 millones de euros, es decir, un 75% más de lo presupuestado (51,2 millones).

Esta desviación no debía haberse aceptado nunca, según Domínguez. La Ley permite modificar contratos, pero si el importe del cambio no supera el 20% del contrato. Además, este caso incumple algunos de los requisitos que exige la ley, como el de la existencia de "necesidades nuevas o causas imprevistas". Las setas de la Encarnación eran "inejecutables" porque no existía tecnología para terminarlas. "No cabe confundir las necesidades nuevas o causas imprevistas con las simples imprevisiones derivadas de la inadecuada elaboración del proyecto" señala el secretario.

Por esta razón, Domínguez considera que la obra "debió paralizarse, resolver el contrato, redactar uno nuevo y proceder a su licitación". Pero como en vez de hacer esto el Ayuntamiento siguió adelante, el secretario cree que ahora sería más perjudicial dar marcha atrás. "No podemos desconocer que la actuación municipal ha inducido al contratista a la solución de mantenerse en el contrato (...). Por ello no aconsejamos hoy la resolución del contrato y sí su continuación una vez modificado, por cuanto el Ayuntamiento no puede ir contra sus propios actos, y porque el interés público requiere que sea la propia empresa que ha encontrado la solución la que ejecute el proyecto".

El informe termina con tres conclusiones: la necesidad de "ser más cauteloso" al convocar un concurso de ideas; "extremar los controles"; y abrir una investigación para determinar las "posibles responsabilidades en el considerable incremento del coste".

Urbanismo emitió por la tarde un comunicado en el que asegura que las responsabilidades se buscarán cuando la obra concluya. En el escrito, el gobierno hace una lectura favorable porque da el visto bueno al proyecto. Urbanismo aprobó ayer la modificación presupuestaria y el pleno tenía previsto hacerlo hecho unas horas después, pero lo pospuso. La explicación oficial es que "no se estimó su tramitación por la vía de urgencia". Aunque algunas fuentes advierten de que la ausencia de la concejal socialista Rosamar Prieto y las reticencias de IU, socio municipal del PSOE, dejaban a los socialistas son los votos suficientes para sacarlo adelante.