"Han tenido que actuar de noche"

Bayona asistió ayer perpleja al último golpe contra la cúpula de ETA . La espectacular operación policial, aunque arrancó a última hora de la madrugada, se prolongó durante casi toda la jornada, alterando la tranquilidad que habitualmente reina en la ciudad más importante del País Vasco francés. Sobre todo en el enclave de Saint-Espri, en el que se practicaron las tres detenciones de mayor peso . Ningún residente daba crédito a lo ocurrido. "Me he enterado de la noticia cuando he puesto la radio, pero he pensado que no era posible", relató a media mañana una vecina de la propia calle Sergent Marcel Duhau, escenario del dispositivo.

La masiva presencia de agentes y periodistas contrastaba en una plácida zona residencial, ubicada en la margen derecha del río Adour, dominada por caseríos unifamiliares y bloques de baja densidad. Fue en uno de estos últimos donde la nueva cúpula etarra decidió fijar su cobijo para pasar más inadvertida. Como era su objetivo, la presencia de los supuestos terroristas, que pretendían aparentar que la vivienda estaba vacía, no había levantado sospechas entre los vecinos. Ni siquiera quienes ocupaban la vivienda inferior, a modo de segunda residencia, se habían percatado de su estancia. "No nos hemos enterado hasta el comienzo de la operación y porque el derribo de la puerta ha sido escandaloso y nos ha sobresaltado", desvelaron ya por la tarde, todavía sorprendidos.

La policía francesa se llevó a los arrestados pasadas las ocho de la tarde

Nadie podía imaginar algo así en un entorno afín a la cultura vasca, a tenor de las múltiples referencias folclóricas que dominaban el paisaje, pero poco habituado a operaciones relacionadas con el terrorismo. "He llegado a casa a las diez de la mañana y me he topado por sorpresa con todo el dispositivo. Al principio ni siquiera he podido pasar con mi coche", señaló otro de los residentes, quien "no había visto algo parecido" en la zona con antelación. "Si han hecho algo hasta ahora ha tenido que ser de noche, porque nadie sabe nada", añadió su vecino.

Con el paso de las horas y el fin de la jornada laboral, los habitantes de Saint-Espri fueron regresando a sus respectivos hogares. La mayoría no se habían enterado aún de la operación, por lo que se mostraron perplejos al acercarse al escenario de las detenciones y comprobar que se mantenía el despliegue policial. Muchos se afanaron en consultar lo que había ocurrido con cara de preocupación. En efecto, la repercusión de la noticia no fue igual en el resto de Bayona ni en los alrededores. Los escolares saludaban al pasar, ingenuos al ver el revuelo, y los más curiosos trataban de recabar alguna información al respecto. "¿Pero qué están rodando?, ¿una película?", preguntó un ciudadano ajeno al barrio, asombrado al contemplar el gran número de cámaras de televisión.

Los movimientos policiales fueron escasos a lo largo de la jornada. Tan sólo la marcha y la llegada de algunos agentes hacía indicar que la operación seguía abierta en el interior del inmueble. La normalidad no regresó por completo al lugar de los hechos hasta pasadas las ocho de la tarde, cuando tras finalizar el registro del piso, la policía francesa se llevó a los tres detenidos. Ata y Aguirregabiria se marcharon entre gritos de Gora ETA.