En la mayoría de edad fotográfica
El MNAC reivindica en una exposición a los autores catalanes que ayudaron a esta disciplina a participar en las vanguardias y alejarse de la pintura
Como una prueba ciega de sabor en la que se desconoce la marca de lo que se ingiere para no condicionar la decisión final, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) ha mezclado en una exposición imágenes de fotógrafos que trabajaron en el periodo de entreguerras en Praga, París y Barcelona, experimentando con las innovaciones técnicas y creativas del momento que llevaron a la fotografía a librarse del pictorialismo que la había caracterizado hasta entonces. "Sus trabajos son tan parecidos que el visitante tendrá que acercarse a leer la cartela para saber de qué autor se trata", asegura David Balsells, conservador jefe de fotografía del MNAC y comisario de la exposición Praga, París, Barcelona. Modernidad fotográfica de 1918-1948, que podrá verse hasta el 12 de septiembre.
En 170 imágenes de Pere Català Pic, Brassaï, Man Ray, Emili Godes, Josep Sala, Karel Novák, Jean Moral y un largo etcétera, se repasan algunos de los picados y contrapicados, solarizaciones, fotogramas abstractos, fotomontajes, combinaciones tipográficas y copias en negativo que crearon y que "permitieron a la fotografía llegar a la mayoría de edad respeto a la pintura y participar en las vanguardias aportando subjetividad, abstracción y crítica social", asegura Balsells.
"El problema es que, aunque el nivel de los catalanes es equiparable al de los checos y franceses, no ocurrió lo mismo con su reconocimiento internacional: no estuvieron representados en los acontecimientos internacionales de la época y no se reprodujeron sus obras en libros ilustrados y monografías", añade el especialista. "Cualquiera de los 13 fotógrafos catalanes representados podrían haber sido un buen referente internacional de la fotografía como lo fueron en la escultura Juli González y en la pintura Picasso y Miró, pero no fue así", explica.
La exposición se completa con ejemplares de revistas europeas ilustradas que influyeron en los autores catalanes; con siete filmes contemporáneos que muestran el mismo interés por reflejar el mundo de forma diferente, entre ellos Un perro andaluz, la primera obra de Luis Buñuel, y documentos como Manifiesto de fotografía publicitaria, de Pere Català Pic, de 1931, uno de los autores que más destacó en este campo.
Balsells, que ha contado con el asesoramiento en la organización de la exposición del historiador Joan Naranjo, explica que muchas de las 78 obras de los autores catalanes pertenecen al MNAC y han sido adquiridas por este museo desde 1996, "algunas de ellas en las subastas que han tenido lugar en la ciudad en los últimos meses". Otras, explica, han sido cedidas por entidades como el Museo de las Artes Decorativas de Praga, la Fundación Gala-Salvador Dalí de Figueres, el Museo de Valls y coleccionistas privados, "sobre todo franceses que han suplido la escasa aportación del Pompidou, que sí ha cedido esta magnífica obra de Brassaï", asegura señalando orgulloso la enorme Graffiti, el Rey Sol, de 1945-1950.
En la misma sala puede verse El perverso polimorfo de Freud, un collage creado por Salvador Dalí en 1939. "Utilizó las fotografías realizadas por otros como soporte", explica Balsells. Sin embargo, el pintor surrealista está presente en todo el recorrido. En cada una de las salas se ha reproducido parte de un texto que escribió en 1927 sobre la fotografía, que parece creado para la exposición; en una de ellas se puede leer: "Fotografía, pura creación del espíritu".
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