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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Industria y ética en la encrucijada

La crisis económica que tanto nos afecta es, en Galicia, ante todo una crisis industrial. Los datos, especialmente los de empleo, son muy elocuentes; según la EPA, entre el primer trimestre de 2009 y el primero de 2010, el año que lleva gobernando Núñez Feijoo, se han destruido en Galicia 71.400 empleos; es decir hay 71.400 ocupados menos que hace un año. De esos empleos destruidos, la mitad, 36.300, eran empleos industriales, para situar las cosas, en la construcción, en teoría el sector más amenazado por la crisis, se han perdido la octava parte que en la industria, 4.100 empleos.

Sabemos que la producción industrial es siempre un elemento estratégico en el dinamismo económico de los territorios, que se lo pregunte a la, en teoría, terciarizada economía alemana; sin embargo, aquí en Galicia la carencia de medidas contra la crisis industrial por parte de la Xunta ha resultado dramática. Fruto de esta falta de compromiso de la Xunta para luchar contra la crisis, Galicia ha alcanzado el mayor número de parados de su historia y ha eliminado en un solo año, el diferencial positivo de crecimiento que tenía con el resto de España.

Las campañas mediáticas de las consellerías sobre la reactivación económica se han convertido en humo

Las campañas mediáticas de las distintas consellerías sobre la reactivación económica se han convertido en humo ¿Qué era el llamado plan de choque presentado en otoño de 2009? Lo que los socialistas dijimos: un power point que reflejaba un refrito sin objetivos, medidas concretas ni seguimiento y evaluación de los resultados. Esta conducta errática y exclusivamente mediática ha continuado a lo largo de este año; hay muchos ejemplos, el Parlamento aprobó, a propuesta de los socialistas, en el debate del Estado de la Autonomía un plan de reactivación de la economía y el empleo, para posteriormente rechazar en el siguiente pleno una iniciativa socialista que recogía y concretaba algunas de las actuaciones previstas en ese acuerdo.

El Gobierno gallego se saca así la máscara, y nos muestra a todos el humo y la sarta de mentiras en que ha convertido las iniciativas frente a la crisis económica y de apoyo al empleo. Inventando literalmente coartadas, como el agujero presupuestario heredado, no han dudado en sustituir la política anticíclica y proactiva del anterior gobierno por la resignación y un dejarse ir a la espera de soluciones externas. Culpables externos, Zapatero, y soluciones externas, el incremento de la demanda en el resto de España y en Europa, esa es su receta.

La Xunta fue la administración menos comprometida con la crisis y ha tenido la respuesta más débil ante ella. Dejó de gastar más de 1.600 millones de euros en 2009, de ellos más de 600 en inversiones directas y otros 600 en transferencias que llegan a las familias y a las empresas. Su licitación en obra pública bajó espectacularmente y han sido las inversiones de los ayuntamientos con cargo al Plan E y del gobierno de España las que han permitido atenuar la pérdida de empleos en este sector.

Las consellerías económicas del gobierno gallego, Hacienda, Economía e Industria y Trabajo no están ni se las espera, ni los trabajadores, ni los empresarios saben de ellos. Estos conselleiros no creen en un nuevo modelo de crecimiento basado en la mejora de la productividad, ya que reducen las inversiones en capital humano, universidades e I+D+i, no ofrecen nuevas medidas dirigidas al capital tecnológico y reducen el capital físico con la disminución de la licitación pública. Todo un manual de lo que no hay que hacer en momentos de crisis, eso sí, el perfecto manual de política económica de Esperanza Aguirre.

Estos apóstoles de la "no intervención", heredaron una hoja de ruta para un contexto de crisis, fortalecer la protección y el apoyo de las políticas activas de empleo, alcanzar un acuerdo por el empleo y un Pacto por la competitividad de acuerdo con los agentes sociales y económicos reunidos en torno al diálogo social, que el nuevo gobierno aún no ha sido capaz de reeditar.

Pero la ideología pesa mucho y se impone. La conselleira de Trabajo ya anunció que no le temblaría la mano a la hora de aprobar los ERE y el conselleiro de Economía reparte subvenciones a las empresas para que optimicen procesos de deslocalización de la producción, es decir, menos empleo en Galicia y más beneficios para algunos empresarios, ciertamente él de eso sabe mucho... les puede asesorar con autoridad.

Lamentablemente para todos los gallegos, los resultados de estas políticas no se han hecho esperar, la economía globalizada es implacable. Mientras que la conselleira de Trabajo anunciaba una tasa de paro del 15% para finales de 2010, este dato se ha alcanzado ya en el primer trimestre del año, y eso con el Xacobeo. El número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo ha aumentado en este año de gobierno en un 150% y se han cerrado más de 3.000 empresas.

Con este balance, hoy, en Galicia, solo puede haber un pequeño grupo de personas satisfechas con la evolución de la economía; los amigos del PP, sean los que esperan hacer negocio en la privatización de los hospitales, o aquellos a los que los gallegos les pagamos con nuestros impuestos estancias en hoteles de lujo en Sanxenxo. El glamour en los tiempos de cólera.

Abel Losada es portavoz parlamentario de economía e industria del PSdeG

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