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Reportaje:LOS OTROS 'CABANYALS' 10 | Barrio de Tendetes, en Valencia

Una herida de tierra y malas hierbas

A esta zona de Campanar le faltan equipamientos y borrar un solar enorme

Pablo Ferri

Una brecha de tierra seca y malas hierbas sangra sin descanso en el barrio de Tendetes en Valencia. Sangra polvo por las mañanas, cuando aparcan los coches de los trabajadores del hospital, las tabernas cercanas y los centros administrativos. Sangra luces por la tarde, con la huida de todos. Queda el solar, como una mancha de 20.000 metros cuadrados en la cara del barrio, más de dos campos de fútbol. El planeamiento urbano de 1988 le tenía previsto dos jardines, un colegio y un centro de salud. De momento, allí sólo crecen hierbas y flores silvestres.

Tendetes, al noroeste de la ciudad, forma parte del distrito de Campanar, un antiguo poblado de alquerías y huertos que Valencia se anexionó en 1897. Todo aquello desapareció, ya ni siquiera quedan las acequias de Mestalla y Rascanya que cruzaban Campanar, pues hace años que las mandaron al subsuelo. "Justo por en medio del solar pasaba la acequia de Mestalla", recuerda Dantés, de 84 años, "aquello era un peligro para los niños que jugaban por allí y no sólo porque llevase agua, sino por su insalubridad; una fábrica de pieles encurtidas que había cerca vertía sus residuos a la acequia, por no hablar de las ratas y la suciedad. Me acuerdo que hice una fotografía, me fui al ayuntamiento para enseñarla y al poco la taparon. Eran los años 70". Aunque ya dejó el barrio, Dantés vivió largo tiempo frente al gran solar en la plaza del Poeta Salvador Rueda, a espaldas del hospital La Fe, que se construyó por entonces.

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La Fe representa en parte la historia del barrio, de cómo creció y se reprodujo en los 70, de cómo ha envejecido rodeado de edificios de servicios para toda la ciudad. Allí hoy convive una pirámide de población regresiva (que muestra el envejecimiento de la vecindad) con la estación central de autobuses, tres edificios del Instituto Valenciano de Oncología, dos centros de la Generalitat y un poco más al oeste la consejería de Educación.

Gema Martínez, que presidió la asociación de vecinos de Tendetes en los años 90, rescata de esos años una reflexión: los edificios públicos llaman a más edificios públicos. "Lo primero que hicimos al llegar [a la dirección de la asociación] fue luchar contra la planta de tratamiento de residuos biosanitarios tipo III que nos querían colocar en La Fe. ¡Traerían los desechos de todos los hospitales de la comunidad! Conseguimos el apoyo de todos los grupos políticos" explica. "Con su insistencia y tras dos años de batallar desecharon la idea".

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Tendetes, además de envejecer o precisamente por eso, siempre ha sido un barrio de paso, de acogida. Su origen huertano sugiere un alto en el camino, un descanso entre Valencia y el pueblo de Campanar, un paseo por los pinares y los campos de flores que lo vertebraban. Con los años, el verde, marrón y amarillo de la huerta se hicieron a un lado por el empeño del cemento en pasar, pero aquella volatilidad sosegada caló bien profundo. Los últimos datos oficiales de población muestran que el 43% de los 5.700 vecinos del barrio nacieron fuera de Valencia, bien en otras comunidades (20%) o bien en el extranjero (23%). Su propio nombre, Tendetes, se inspira en su origen comercial, de tiendas y tabernas, un gran mercado que movía a miles de personas cada día. Vicky Angel, actual presidenta de los vecinos, recuerda cómo la gente "venía a comprar al barrio. Era un mercadillo enorme". Vicky, que prepara un libro sobre la historia de estas calles, acepta igual que Gema, su antecesora, que ahora el barrio está mejor pese a la falta de un centro de salud u otro colegio, pese a que el único parque que tienen esté tomado por la policía para evitar las riñas de los gorrillas, pese a que el huerto de La Estrella, un jardín histórico con árboles centenarios, esté a punto de perecer para que los coches puedan pasar por en medio. Quizás, por lo que explica Gema, Vicky tiene razón. "El barrio estaba lleno de droga en los 80, en el paseo de Gregorio Gea [donde están el IVO y los edificios de la gen eralitat], la gente estaba tirada por el suelo, Joaquín Ballester estaba llena de travestis y chaperos que armaban un escándalo insoportable... No es que estuviésemos en contra suya, pero teníamos que vivir". Aquello cambió, pero ahí sigue el gran solar, acordándose de todos.

El gran solar del barrio de Tendetes, con los coches aparcados, las hierbas y el hospital La Fe  al fondo.
El gran solar del barrio de Tendetes, con los coches aparcados, las hierbas y el hospital La Fe al fondo.JESÚS CÍSCAR

Sobre Tendetes

- Origen. El barrio es parte del distrito de Campanar, antiguo pueblo de alquerías que se incorporó a Valencia a finales del siglo XIX. Tendetes estaba rodeado de campos de maíz, patatas y flores y cientos de pinos. Los vecinos dicen que las vigas del Ayuntamiento de Valencia son de los pinos del barrio.

- Población. En 2009 había 5.703 vecinos, un poco más de la mitad mujeres. Más de 1.000 están jubilados. En 1991 vivían 6.176 personas, el máximo registrado.

- Vecindario. 1.320 de los 5.703 vecinos son extranjeros, casi la mitad de América del Sur, aunque también de países de la Unión Europea y África.

- Resultados electorales. En las elecciones municipales de 2007, el PP sacó 1.518 votos y el PSPV-PSOE consiguió 1.152

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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