Noche de fiestas, arte y colas

Era el Museo Nacional de Arte de Cataluña, pero cualquiera hubiera dicho que era la entrada de una discoteca. Fuera, vendedores ambulantes ofrecían cerveza a la gente que se disponía a entrar en el centro. Dentro, un barman preparaba mojitos y copas de cava para los visitantes del centro que habían decidido aprovechar la tercera Nit dels Museus, que este año había ampliado la oferta de entrada gratis y nocturna a 40 centros de Barcelona y su área metropolitana.

A primera hora (el evento arrancaba a las siete de la tarde) el público era familiar. Muchos iban acompañados de niños, como Mauricio, que optó por llevar a su hija de siete años al Camí de contes, un recorrido que desde la plaza de Espanya los llevó al Museo Etnológico escuchando cuentos de todo el mundo y acompañados de dos payasos que iban haciendo malabares. Parte de los que estaban por la zona de Montjuïc aprovechaban para acercarse también a Caixafòrum, aunque este centro es gratis siempre. "Otros años habíamos intentado abarcar todos los museos, pero era agotador", comentaba Lidia. "Ahora preferimos quedarnos cada vez en una zona distinta".

En la Ciutadella se escenificó el adiós del Museo de Ciencias Naturales

Es una buena opción porque resultaba complicado llegar a todo, sobre todo si además había que hacer cola. La de ayer en La Pedrera era espectacular. Se accedía por una sola entrada de la calle de Provença a la visita del edificio, la más solicitada, y a la exposición temporal de Fortuny. La cola daba la vuelta por el paseo de Gràcia y doblaba en Rosselló. Casi dos horas habían esperado en fila Cristina y una amiga suya antes de lograr entrar. También era de hipo la cola para acceder al Museo Egipcio, donde Isabel llevaba también más de una hora esperando. "A nosotros la cola nos ha desanimado", señalaba Gloria, que optó finalmente por conocer la Fundación Suñol.

Además de disfrutar del arte, anoche en los museos pudo escucharse música y poesía, e incluso ver exhibiciones de esgrima. En el Picasso actuaban disc-jockeys y en el de Historia de Barcelona la gente podía degustar a la salida productos típicos de la cocina paquistaní, libia, china o catalana.

Una de las estrellas de la noche fue el Museo de Ciencias Naturales, donde a última hora se reunieron miles de personas para ver el espectáculo teatral en el que los animales de su colección se "despedían" del histórico Castell dels Tres Dragons, su actual sede, para encaminarse, figuradamente, hacia el Museu Blau del Fórum, el edificio triangular que los acogerá en el futuro. La fiesta, con los actores de la compañía Artristras disfrazados de animales, estuvo amenizada con tambores, trompetas, pirotecnia y un recorrido por todo el parque de la Ciutadella, que estaba, como todo el centro de la ciudad, a rebosar.

Una chica a la puerta de la Fundación Tàpies pedía que los museos estuvieran abiertos toda la noche. Tanto no, pero ayer Jordi Martí, delegado municipal de Cultura, no descartó que en el futuro pueda alargarse un poco el horario, si bien recordó que los domingos por la tarde también es gratis la entrada a los centros municipales. Las cifras de visitantes, que el pasado año fueron unos 75.000, se conocerán hoy.