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Unos vertidos enfrentan en Sant Cugat a vecinos y Ayuntamiento

Unos vertidos enfrentan a los vecinos de Can Borrull con el Ayuntamiento de Sant Cugat. La concejal de Territorio, Mercè Conesa, afirmó el viernes que no se conocía "de forma documentada" la existencia de vertidos de aguas fecales en la riera de Vallvidrera, sin un proceso previo de depuración, antes de 2009, a raíz de la elaboración del plan de mejora urbana del barrio. Los vertidos provienen de una veintena de casas del barrio de Can Borrull, construido a base de asentamientos en suelo no urbano en la década de 1960. El barrio fue legalizado en 2007, pero presenta muchas deficiencias, entre ellas, la inexistencia de una red de alcantarillado.

Fuentes de la asociación de vecinos del barrio explican que las casas habían tenido históricamente unas fosas sépticas, adonde iban a parar las aguas fecales. Pero en 1992, según recoge un acta del Consejo de Vecinos del distrito de Les Planes, se instaba a los vecinos a anular los pozos muertos, porque se iba a colocar una cloaca y una depuradora. Entonces, se instaló un tubo de unos 40 centímetros de diámetro que recogía las aguas fecales de las viviendas, pero la depuradora no se llegó a construir nunca.

El municipio obliga a reabrir unas fosas sépticas que ordenó clausurar

El Ayuntamiento de Sant Cugat reitera no tener pruebas documentales de los vertidos hasta 2009. Sin embargo, la consultora La Vola realizó en 2006 un estudio ambiental por encargo del Consistorio (se puede consultar en el portal municipal). El texto alerta de de que "existen varias zonas que no están conectadas a la red de saneamiento" y de que se están produciendo "diferentes vertidos de aguas residuales en las rieras y torrentes del municipio". Maria Rieradevall, catedrática de la UB, realizó en 2003 un análisis de la riera de Vallvidrera, encargado por el parque de Collserola. Según Rieradevall, cuando entonces se realizaron unos trabajos de limpieza de la ribera, quedó al descubierto el vertido de aguas, "pero esto es algo que ya se sabía", apunta. En todo caso, este estudio del agua reveló la presencia de amonio, "una sustancia tóxica que refleja que hay demasiada materia orgánica en el agua", comenta Rieradevall.

Una denuncia sobre los vertidos que hizo la asociación ecologista El Mussol fue el detonante que hizo activar el mecanismo de urgencia del Ayuntamiento de Sant Cugat, que el pasado 19 de abril envió una carta a los vecinos de Can Borrull en la que les comunicaba que estaban obligados a recuperar las fosas sépticas o a instalar depuradoras individuales. El Consistorio dio a los vecinos tres semanas para ejecutar las medidas, plazo que ya ha expirado. "Los vecinos tienen parte de responsabilidad en esto y no toleraremos que continúe así", sentenció Conesa. La asociación de vecinos asegura que sólo han seguido las órdenes uno o dos residentes, ya que la mayoría se niegan a asumir los costes y no entienden por qué se les obliga a reabrir unos pozos que el mismo Ayuntamiento les dijo que clausuraran.

El Consistorio ha anunciado una medida urgente, de carácter provisional, para solucionar el problema del vertido. Se trata de instalar una manguera para bombear las aguas desde la salida del tubo hasta la depuradora de Can Borrull -ubicada a pocos metros río arriba-, que los vecinos consideran que trabaja de forma deficiente. El Consistorio quiere tener colocado el sistema de bombeo antes del verano y calcula que costará unos 50.000 euros. Conesa aseguró que la obra la pagarán los vecinos que no hayan cumplido el requerimiento de instalar la depuradora o la fosa séptica. El Ayuntamiento sí tiene previsto asumir los 120.000 euros que costará la solución definitiva, que consistirá también en un sistema de bombeo, pero esta vez hasta la depuradora de Vallvidrera, ya en término municipal de Barcelona.

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La Agencia Catalana del Agua (ACA) tiene previstas dos dotaciones presupuestarias para construir dos depuradoras en la zona, una que sustituya la actual de Can Borrull y otra en el punto de los vertidos. Pero estos proyectos quedarán en agua de borrajas, ya que el pasado 22 de abril el Ayuntamiento de Sant Cugat, la ACA y la Entidad Metropolitana de Medio Ambiente acordaron optar por el sistema de bombeo en ambos puntos hasta la depuradora de Vallvidrera.

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