El imposible viaje del tranvía por el subsuelo de la Diagonal
Trenes, cables, agua, gas y alcantarillas impiden soterrar el tranvía en la avenida
Si el problema de la Diagonal entre Francesc Macià y Glòries es el tranvía, que se coloque bajo tierra. Esta idea tan simple que defiende mucha gente la sopesó también el Ayuntamiento de Barcelona. Y la descartó tras analizar dos posibilidades: una, casi bajo el asfalto, y la otra, por debajo de los 30 metros. Para la primera no hay sitio suficiente en algunos puntos; la segunda sirve para un tren con estaciones cada 800 o 1.000 metros, pero el transporte urbano, con paradas cada 400 metros como mucho, exige que el acceso sea casi a pie llano. Si hay que bajar y subir 30 metros, el tiempo empleado hace inútil el transporte. Y no puede hacerse entre medias porque bajo el subsuelo hay demasiados elementos que es imposible tocar de modo conjunto.
Un colector de aguas residuales recorre la calle desde Francesc Macià a Glòries
Tampoco existe la posibilidad de construir un aparcamiento bajo la avenida ya que se encontraría con los mismos problemas y aún habría que añadir las dificultades de los accesos a la instalación.¿Por qué no se puede soterrar el tranvía? Porque el subsuelo está lleno. Hasta siete tipos diferentes de elementos conviven en él: túneles ferroviarios, un colector de aguas residuales, tuberías de gas, conducciones de agua, redes eléctricas y de telecomunicaciones, y para que nada falte hay también un refugio antiaéreo de la época de la Guerra Civil y varios edificios de unos 100 años de antigüedad que han quedado soterrados. Se les conoce con el nombre de "granja experimental". Los edificios de la antigua granja se hallan diseminados en la confluencia de la Diagonal con la calle de Casanova y se distribuyen a ambos lados de la avenida. Fueron granjas en su tiempo y sus restos han quedado sepultados por las nuevas construcciones.
El refugio forma una especie de Y, se inicia en la calle de València y se prolonga hacia la de Nàpols, coincidiendo con el trazado urbano en la sección izquierda y discurriendo bajo los edificios en el lado de mar.
Luego están los túneles ferroviarios. Los hay de cuatro tipos: Ferrocarrils de la Generalitat, metro, Rodalies y (en construcción) el AVE. El primero cruza la Diagonal a la altura de Via Augusta, que alcanza desde Balmes a través de edificios de viviendas. También cruza la avenida por el paseo de Gràcia la línea 3. En ambos casos la distancia de la vía al suelo de la calle es de unos 14 metros. La línea 4 lo hace por el paseo de Sant Joan y discurre a 11 metros de profundidad, y la línea 2 cruza por Marina y desciende hasta los 20 metros.
Un caso diferente es el de la línea 5, que entra en la avenida desde el sur por Rosselló y discurre bajo la Diagonal hasta llegar a Provença, a 14 metros de la superficie. En parte coincidirá con el túnel del AVE, que toma también Provença, pero procedente de Mallorca y desde el norte. La diferencia es que lo hace a 32 metros de profundidad. Finalmente, el túnel de Rodalies que discurre bajo Aragó se incorpora a la Diagonal en Cerdenya para luego bifurcarse hacia el Clot y hacia la estación de França justo en Glòries. Se halla a 10 metros bajo tierra.
Hay un colector de aguas residuales que recorre toda la avenida entre las plazas de Francesc Macià y Glòries. A medida que se acerca a esta última va ganando anchura, pero tiene dos potentes desvíos, siempre hacia el mar: uno en el paseo de Sant Joan y otro en Marina. Este tramo se halla a una profundidad de entre cinco y seis metros, y el último (Marina-Glòries) discurre a apenas tres metros por debajo del asfalto.
La distribución de gas utiliza una conducción que entra en la avenida por Francesc Macià y que deja la Diagonal en la calle de Còrsega. Se halla a una profundidad que oscila entre 1 y 1,5 metros, y está situada bajo la zona peatonal central del lado de montaña. Una segunda tubería de gas cruza la vía por la calle de Roger de Flor, prácticamente a la misma altura.
Los tuberías del agua potable se hallan aún a menor distancia de la calle: entre 1 metro y 60 centímetros. Hay una conducción de 30 centímetros de diámetro que va desde Francesc Macià a paseo de Gràcia, tres que cruzan la Diagonal por el paseo de Sant Joan y Padilla, (ambas de un metro de diámetro) y otra por Provença (de 1,25 metros).
No acaba aquí la cosa. Porque la ciudad necesita también suministro eléctrico, bajo la Diagonal hay abundantes líneas de este tipo: unas de Red Eléctrica Española y otras de Endesa. A la primera pertenece una línea que transporta 220 kilovoltios. Es la que une las estaciones de Urgell y Maragall (famosas por el último gran apagón que sufrió Barcelona). El tramo que recorre bajo la avenida es el que va de Còrsega a París, y lo hace bajo los parterres del lado de mar. Luego pasa bajo estas calles.
El resto de las líneas de media tensión se hallan bajo los parterres del lado de montaña. Hay un tramo entre Francesc Macià y Via Augusta, otro va desde la calle de Bruc hasta Roger de Flor y un tercer trazado discurre entre Roger de Flor y Glòries. Hay que añadir aún la línea, también de media tensión, que cruza la Diagonal por la calle de Lepant. La línea de alta tensión se halla soterrada a unos dos metros de profundidad. El resto está a entre 1 y 1,5 metros, según los tramos. Finalmente, hay no menos de media docena de líneas de telecomunicaciones (telefonía y Localred) en su mayor parte situadas entre Francesc Macià y el paseo de Gràcia. Discurren a escasa profundidad y lo hacen por los laterales de la avenida, tanto bajo la calzada como bajo las aceras.
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