Mil kilómetros en coche para que te tomen el pelo

La oferta de trabajo de ensueño, la posibilidad de que le contrataran a uno para ganar un millón de las antiguas pesetas en tan sólo diez días, arrastró hasta Punta Umbría a aspirantes desde la Meseta a las orillas del Cantábrico. Un viaje de ilusión en la ida e ira en la vuelta. Aunque, por suerte, la policía abortó lo que pudo llegar a ser un timo masivo.

El siguiente paso de José Manuel Garrido, el empresario que ofrecía en Punta Umbría 2.000 puestos de trabajo para viajar a Dubai (Emiratos Árabes) y colocar ventanas en rascacielos por 600 euros al día, era pedir dinero a los afortunados solicitantes que hubieran pasado su peculiar selección de personal antes de partir hacia el golfo Pérsico. Para la policía, ahí estaría el timo que planeaba el supuesto intermediario, detenido desde el pasado miércoles y aún a la espera de comparecer ante el juez. Tampoco se descarta que Garrido tan sólo sea la cara visible de una trama mayor.

La policía sospecha que el empresario forma parte de una trama mayor

Hasta el momento, lo único que ha confirmado la Subdelegación del Gobierno en Huelva es que se le acusa de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores. Aunque, según fuentes policiales, se aclara que no consta que Garrido hubiera reclamado dinero a los solicitantes.

El Ayuntamiento de Punta Umbría y la embajada de España en Dubai alertaron al Gobierno, según informó ayer el subdelegado en Huelva, Manuel Bago, de que las condiciones proclamadas eran "inimaginables" en Emiratos. La Policía Local recibió ayer decenas de llamadas. Algunas de ellas, provenían del mismo Dubai. Desde allí, algunos españoles, enterados de la sorprendente oferta de trabajo, avisaron de que la realidad distaba enormemente de las promesas millonarias de Garrido. En Dubai, contaban, se suele contratar a inmigrantes de Pakistán o Filipinas que aceptan el cobro de 200 euros al mes. Nada que ver con los 3.600 euros a la semana que prometía Garrido para aquellos afortunados que pasaran la selección. Una selección cuyos únicos requisitos consistían en no pesar más de 90 kilos y no medir menos de 1,75.

El empleo consistía en colocar ventanas durante 12 horas en edificios de 90 pisos de altura en Dubai, una ciudad con rascacielos, cerca de Abu Dhabi y relacionada con fortunas multimillonarias. Así la describían algunas de las decenas de personas que ayer llegaban a Punta Umbría desde diversos puntos de España. Habían viajado desde Madrid, Santander o Bilbao. "Con dos hijas pequeñas y en paro casi dos años, te crees cualquier cosa", se desesperó el asturiano Manuel Fernández, de 40 años, que se chupó once horas de viaje en coche.

Pero nada estaba claro. Lo que sí se sabía es que el supuesto intermediario no tiene una empresa detrás y que los contactos en el país árabe no aparecen por ningún lado. Garrido, por su parte, declaraba que sí regentaba un negocio y que todo era cierto. Aunque ya nadie se cree que no sea más que otra mentira dentro de un infame intento de robar, precisamente, a algunos de los que peor están.