El Ejecutivo mantiene su primera reunión con el PNV sobre el plan de Convivencia

El Gobierno y la comisión designada por el PNV para buscar un consenso en torno a la reformulación del Plan de Educación para la Paz y en Derechos Humanos, concretada en el documento Convivencia democrática y Deslegitimación de la Violencia, se reunieron ayer por primera vez. La cita, celebrada en Bilbao, resultó positivo, según señalaron medios conocedores de la reunión.

Ambas partes parecen haber encontrado en las sugerencias realizadas por el Consejo Escolar un asidero a partir del cual tratar de articular un punto de encuentro. Los comisionados intercambiarán documentos durante los próximos días y se emplazaron a mantener una segunda reunión en breve.

El PNV ha reconducido su inicial rechazo frontal al documento del Gobierno, incluida la petición de su retirada, hacia una postura negociadora. El Ejecutivo, mientras, ha aclarado que el plan, no sustituye en su integridad al anterior, cuya vigencia reconoce en todos los aspectos no abordados por la reformulación actual.

En parelelo a este intento de acercamiento, el presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, recordó ayer, antes de la reunión, que su partido pidió la retirada del plan y advirtió de que el Ejecutivo de Patxi López tendrá que dar "marcha atrás". "Si quieren resolverlo, se van a tener que mojar", sostuvo.

Egibar negó en una entrevista en ETB que el acuerdo entre su partido y el Ejecutivo sea "inminente" y resaltó que el PSE y el PP "se han quedado solos" en defensa del documento del Gobierno, lo que consideró "un problema político muy serio". "Saben que no es operativo en la comunidad educativa", indicó.

Al margen de la presencia de las víctimas, uno de los escollos es la referencia a la relación entre la deslegitimación del terrorismo y la legitimación del "Estado constitucional", expresión textual del documento que el PNV rechaza. El Gobierno no la entiende como una reivindicación de la Constitución de 1978 como algo inamovible, según explicaron portavoces autorizados, sino como el conjunto de reglas del juego de las que se dota una sociedad en cualquier momento histórico, y susceptibles, por tanto, de modificación. El PNV no acepta esa explicación y quiere que la referencia desaparezca.