Schumacher se encuentra
Mercedes adaptó el MGP W01 a la conducción del heptacampeón y este respondió con la tercera posición en los libres
La tercera posición en los entrenamientos libres de ayer de Michael Schumacher no es ninguna casualidad. Es difícil saber si realmente el Mercedes GP W01 es tan bueno como aparenta y se convierte en el primero de los contendientes de los potentes Red Bull, que ayer dominaron la sesión. Es difícil. Lo más probable es que hoy sea superado por los Ferrari e incluso por los McLaren en la clasificación. Sin embargo, hay algo que sí ha cambiado. Y es que Michael Schumacher parece por fin haber encontrado su coche. El Mercedes se adapta ahora a las exigencias de conducción del piloto alemán. Y eso para este hombre de 41 años acostumbrado a mandar es un paso decisivo.
No es la primera vez que Michel Schumacher acaba un viernes por delante de su compañero de equipo Nico Rosberg, séptimo ayer a medio segundo del alemán. Lo hizo ya en Australia en unas condiciones de lluvia y mojado. En cambio, lo que todavía no ha conseguido desde su regreso es ser el primer clasificado de su equipo en la parrilla de salida y en la llegada de una carrera. Y eso le hace sufrir. Tiene ganas de poder demostrar toda la calidad que sigue atesorando y que le llevó a ser el campeón más laureado de la F-1, con siete títulos, los últimos cinco en la escuderia Ferrari (2000-2004).
"El coche tiene más agarre delante y Schumacher está cómodo", dice Nick Fry
"Nos falta algo de velocidad punta, pero el salto ha sido notable", señala Brawn
¿Qué ha cambiado? Algo muy importante. El equipo, y especialmente Ross Brawn, el director, han dado a Schumacher un coche pensado para el heptacampeón.
Hasta ahora no lo había tenido, porque el diseño del monoplaza se había realizado en base a la conducción de Jenson Button, el piloto que previsiblemente iba a pilotarlo. "Ahora el coche tiene mucho más agarre delante y eso es lo que necesitaba Schumacher para sentirse cómodo", indicó ayer Nick Fry, Consejero Delegado del equipo Mercedes. "Sin embargo, el cambio que ahora hemos presentado viene de bastante lejos. En febrero detectamos que había algunas cosas que debíamos cambiar. Y comenzamos a trabajar en ello. Pero hasta Barcelona no hemos podido aplicar los cambios", afirmó.
El problema que planteaban los coches actuales es la acumulación de peso en la parte trasera del coche: depósito enorme, motor y cambio. Era fácil que sufrieran subviraje.
Muchos pilotos se mueven bien con el subviraje, pero Schumacher necesita tener mucho agarre delante para sacar el máximo rendimiento a su forma de conducir. Y lo que Mercedes ha hecho es darle eso. "Desplazamos las ruedas delanteras más adelante y modificamos la suspensión para lograr un mejor reparto de pesos y más adherencia", indicó Fry. Lo que consiguieron, además, fue que los neumáticos se calentaran más deprisa y mejor e incluso que se deterioraran menos porque ahora apenas patinan. A eso le unieron cambios en los triángulos de las suspensiones y un nuevo capó del motor que ha permitido bajar las tomas de aire de refrigeración y mejorar la aerodinámica.
"Hoy me he sentido mucho más cómodo en este coche", reconoció abiertamente Schumacher. "El comportamiento fue mucho más consistente. Para mí la evolución ha sido un paso adelante muy importante". En el mismo sentido se expresaron otros miembros del equipo, como Ross Brawn y Norbert Haugh. "Nos falta algo de velocidad punta, pero el salto ha sido notable", señaló el director de la escudería.
Incluso Ralf, el hermano de Schumacher, entró en el debate: "Hoy todo parece tener mejor aspecto. Estoy seguro que algunos deberán pedir disculpas este año". En cambio, Rosberg, el compañero de Michael, no se mostró tan contento. "Hay algunas cosas que debemos ajustar", indicó. Tal vez, él sea el más perjudicado con los cambios realizados en el monoplaza.
Sin embargo, todas estas hipótesis estarán hoy en entredicho en la clasificación. Será allí dónde se verá realmente el potencial de este nuevo coche, el primero de Mercedes diseñado expresamente para Michael Schumacher.
El heptacampeón empieza a volver a sonreír. El equipo ya trabaja para él. Puede que su compañero de equipo pronto empiece a acusarlo.
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