Xavi mejora a Guardiola

Los excelentes números del Barcelona remiten necesariamente al ejercicio pasado, protagonizado por el mismo equipo de Pep Guardiola, y también a los de la temporada 1996-1997, cuando Bobby Robson se sentaba en el banquillo del Camp Nou y el presidente, Josep Lluís Núñez, dispuso seguramente de la plantilla más compensada y profunda de la historia del club. Después de destituir a Johan Cruyff, Núñez actuó en el mercado de fichajes en la misma línea que Florentino Pérez en el Madrid el pasado verano. El Barça presupuestó 9.930 millones de pesetas e invirtió 5.300 en futbolistas como Luis Enrique, Pizzi, Víctor Baía, Giovanni y, sobre todo, Ronaldo, contratado por 2.550, una cifra récord en la Liga. Jugadores importantes para una plantilla que contaba además con Blanc, Popescu, Couto, Abelardo, Figo, Stoichkov, Sergi, Guardiola, De la Peña, Amor, Ferrer y Amunike.

A grandes rasgos, el equipo de 1996-1997 se parecía más al Madrid de ahora

A la directiva le interesaba tanto combatir el cruyffismo que cambió el perfil del equipo y su filosofía futbolística. Acabó con la quinta del Mini, juntó a un selectivo grupo de internacionales, y confió su dirección a un experto técnico que se llevó como traductor a José Mourinho. Aquel equipo ganó la Supercopa de España, la Recopa y la Copa del Rey en Madrid frente al Betis, como recordaba la semana pasada el propio Mourinho. La Liga, en cambio, la conquistó el Madrid de Fabio Capello. La hinchada se felicitó por goles tan extraordinarios como el de Ronaldo en Compostela de la misma manera que reprobó alguna de las goleadas del equipo en el Camp Nou. El conflicto nuñistas-cruyffistas fue de tal magnitud que, a final de temporada, Louis van Gaal sustituyó a Robson y Núñez vendió a Ronaldo al Inter por 4.000 millones.

Ronaldo marcó 47 goles (34 en la Liga) en 49 partidos y el Barça sumó 90 puntos en la Liga. Hoy, a falta de tres jornadas para acabar el campeonato, el Barça totaliza los mismos puntos que entonces y Messi lleva 42 tantos (29 en la Liga, uno menos de los que totalizó Romario en el curso 1993- 1994). El entrenador es ahora Guardiola, uno de los capitanes del equipo de Robson, que actúa como síntesis del barcelonismo, siempre tan complicado. Guardiola interpretó el legado de Cruyff y ha llevado al equipo al punto que pretendía Van Gaal: disputar la Copa de Europa y la Liga con jugadores de la cantera.

Los barcelonistas formaron en Vila-real con ocho futbolistas de La Masía y mantienen sus aspiraciones de revalidar el título de Liga. Aunque los equipos de Guardiola y Robson admiten comparaciones desde el punto de vista estadístico y de protagonismo de sus figuras, no se parecen prácticamente en nada. Al contrario, por los goles, el Barça de Núñez, Robson y Ronaldo parece más cercano al Madrid de Pérez, Manuel Pellegrini y Cristiano Ronaldo que al de Joan Laporta, Guardiola y Messi. Hay, sin embargo, un hilo de juego para entender la conexión entre el Barça de 1996-1997 y el de 2009-2010: Xavi es el Guardiola de entonces. "Xavi es el mejor centrocampista de la historia del Barça", sentencia Guardiola.