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Reportaje:

El futuro de un aeropuerto

La viabilidad del aeródromo de Hondarribia pasa por ofrecer nuevos servicios - Ándalus comienza a devolver el coste de los billetes tras cancelar sus vuelos

San Sebastián

El futuro del aeropuerto de Hondarribia pasa por abordar un nuevo modelo de servicios y rutas. La cancelación de las operaciones de la compañía andaluza Ándalus, que iba a comenzar a operar desde allí el pasado 19 de abril, por sus deudas ha reabierto el debate sobre la operatividad y sostenibilidad del aeródromo guipuzcoano.

Ándalus sostuvo el pasado 14 de abril que postergaba el inicio de sus operaciones hasta hoy, algo que la Diputación guipuzcoana considera totalmente descartado. De hecho, la aerolínea comenzó ayer a devolver el importe de los billetes ya adquiridos. Los afectados tienen que remitir un correo electrónico a acliente@andalus.es indicando su número de vuelo, la cuenta en la que desean que se les realice el ingreso y su teléfono.

Tapia: "Hondarribia es un aeropuerto muy cómodo y fácil de utilizar"
El número de vuelos y pasajeros cayó el año pasado más de un 20%

Con Iberia como único operador desde que hace un año y nueve meses Spanair se marchase de Hondarribia, el excesivo precio de los vuelos por falta de competencia y la opción del AVE en un futuro cercano, las instituciones vascas reflexionan sobre las opciones del aeródromo guipuzcoano para impulsar su desarrollo.

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"Más que rutas se podrían ofrecer servicios distintos. Hondarribia es un aeropuerto pequeño, muy cómodo, fácil de utilizar", señala Arantza Tapia, diputada guipuzcoana de Movilidad y Ordenación del Territorio. "En Europa existen aeropuertos de estas características enfocados a empresas y rutas cortas concretas. Te hacen sentir como en casa, te tratan casi de forma VIP y las colas y los controles no son tan engorrosos. Hondarribia puede dar tales servicios, pero debe cambiar un poco la mentalidad", añade. Los pequeños aeropuertos existentes en Londres y Belfast pueden ser un ejemplo.

Para la institución foral, Iberia se dirige a unos mercados que quizá no sean el natural de Hondarribia. "Entiendo que pueda tener otros intereses. No hay que olvidar que compañías europeas operan en aeropuertos de nuestras características", añade Tapia.

Las instituciones vascas manejan una cartera de aerolíneas, -no especifican cuáles-, con las que hablan regularmente, aunque no han cerrado ningún acuerdo por la crisis. La sociedad pública Ortzibia, creada en 2007 para fomentar las instalaciones hondarribitarras, se mantiene firme en su política de no subvencionar a compañías de bajo coste para que comiencen a operar desde allí. "Con lo que ha pasado con Ándalus queda avalada la postura de no usar dinero público para atraer a compañías aéreas al aeropuerto guipuzcoano, postura que mantienen también el Ayuntamiento de San Sebastián y el Gobierno vasco. Es un riesgo, como se ha visto en el caso de la compañía andaluza", recalca Tapia.

Ryanair fue uno de esos casos cuando dejó en octubre de 2007 de operar en Foronda, 18 meses después de recibir subvenciones de la Diputación alavesa.

Juan es un jubilado vecino de Irún que anda todos los días cinco kilómetros para ver despegar o aterrizar aviones. "Últimamente parece que hay menos movimiento", señala mientras observa cómo llega el vuelo de Madrid. Él nunca ha viajado en avión por miedo.

Carlos espera en la cafetería del aeropuerto para embarcar hacia la capital de España. "Voy por trabajo. Si viajara con mi familia hubiera ido a Loiu. Resulta muy caro coger el avión en Hondarribia", cuenta este donostiarra. María, quien viaja cada 15 días a Barcelona, piensa lo mismo. Opta por Hondarribia por comodidad, aunque "cuando llegue el AVE será otra historia". Un billete de ida y vuelta a Barajas cuesta entre 200 y 400 euros un día laborable.

El aeropuerto de Hondarribia, que no llega a 50 operaciones diarias, sumó el año pasado 314.262 pasajeros, un 22,1% menos que en 2008. Los vuelos llegaron a 9.744, un 20,7% menos.

A veinte minutos del de Biarritz (Francia) y una hora del de Loiu, el aeródromo guipuzcoano ha vivido la constante polémica por su ampliación, para muchos injustificada. El Ministerio de Fomento acordó el año pasado alargar 200 metros su pista para garantizar que los aviones que operan en la actualidad puedan seguir haciéndolo. La solución pasa por ampliar la plataforma 150 metros hacia el barrio Mendelu, en Hondarribia, y 50 metros hacia el mar, en dirección a Hendaya. Los alcaldes de ambas ciudades rechazan de plano esa solución. El independiente Jean Baptiste Sallaberry, primer edil de Hendaya, amenazó el año pasado con llevar a los tribunales el exceso de vuelos por incumplir el convenio firmado en 1992 entre España y Francia, que fija un máximo de 24 operaciones diarias.

La ampliación se halla pendiente del Plan Director del aeropuerto. Fuentes de AENA aseguran que, aunque el texto está muy avanzado, restan diversos trámites legales y medioambientales para su puesta en marcha.

Otra opción que se ha manejado es que el aeropuerto se quede como está sin reservar franjas de seguridad en su pista. Supondría una medida excepcional, prevista por la normativa internacional de Aviación Civil para aquellos aeródromos con dificultades técnicas, económicas o medioambientales para ampliar su plataforma.

La Diputación considera que sería importante trabajar conjuntamente con los aeropuertos vecinos. Con Francia resulta más complicado: "Estamos en un ámbito transfronterizo y cada uno protege sus intereses, pero se trata de garantizar que los guipuzcoanos tengan una buena accesibilidad a cualquier aeropuerto cercano y que puedan viajar de la forma más cómoda", concluye Tapia.

Un avión de Iberia despega del aeropuerto de Hondarribia con el casco urbano de esta localidad al fondo.
Un avión de Iberia despega del aeropuerto de Hondarribia con el casco urbano de esta localidad al fondo.JAVIER HERNÁNDEZ

El espejismo de la competencia

La llegada de Ándalus al aeropuerto de Hondarribia se veía como una forma de evitar los altos precios de los billetes de Iberia. La compañía andaluza iba a empezar a operar desde el aeródromo guipuzcoano el pasado 26 de marzo. La víspera anunciaba que cancelaba los vuelos. Fuentes del sector aseguran que la compañía debe 600.000 euros por el alquiler de dos aviones. Además, dejó de pagar el seguro, con lo que sus apartaos no cumplían las normas reglamentarias.

En total, la deuda de Ándalus se eleva a 7,5 millones de euros, cifra que aumentará si los usuarios reclaman la devolución del dinero de los billetes que compraron antes de la cancelación de los vuelos. Los afectados pueden llegar a varios miles sólo en el aeropuerto de Hondarribia.

El Ministerio de Fomento ha solicitado a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que se realice un seguimiento de las cuentas de la empresa, a la quen ha pedido además que presente un plan que resuelva su situación financiera. De no hacerlo, Fomento puede retirarle la licencia de navegabilidad. Cerca de 80 trabajadores de la compañía aseguran que llevan varios meses sin cobrar.

La Diputación de Guipúzcoa no ha recibido de Ándalus ninguna respuesta oficial sobre la suspensión de los vuelos. Pese a todo, la compañía andaluza "no renuncia a operar en el aeropuerto de Hondarribia y mantiene su intención de prestar los servicios anunciados cuando sus aviones estén al 100%", informó Efe.

Ándalus ofrecía vuelos de ida a Barcelona por 66,4 euros y a Madrid por 69 euros, frente a los 100 y 200 que cobra Iberia, respectivamente. Toda una declaración de competencia.

Cronología

- Enero de 2007. Las instituciones vascas crean la sociedad Ortzibia para impulsar la modernización del aeropuerto guipuzcoano.

- Junio de 2008. El PSOE, el PP y el PNV pactan en el Congreso solicitar a AENA que estudie la ampliación de la pista para garantizar la operatividad del aeropuerto.

- Julio de 2008. Spanair abandona Hondarribia e Iberia se queda como único operador de los vuelos.

- Julio de 2009. El Ministerio de Fomento acuerda con el Gobierno vasco ampliar la plataforma 200 metros. El trámite está pendiente de los permisos.

- Abril de 2010. Ándalus cancela sus vuelos desde Hondarribia por los problemas ecónomicos a que se enfrenta.

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