"Nuestra misión no es hacer una televisión de doctrina"

El nuevo director general de EITB ha comparecido diez veces ante la Comisión de Control del Parlamento en sus nueve meses de mandato -frente a cinco de su predecesor en toda la legislatura anterior- y respondido además oralmente ante ella a 18 preguntas, en su inmensa mayoría del PNV.

Pregunta. ¿Se siente especialmente vigilado o cuestionado?

Respuesta. Hay un especial seguimiento, estamos bajo una lupa de mucho aumento y existe un fuerte marcaje político hacia nuestra labor. No me preocupa en lo personal, voy encantado al Parlamento a dar todas las explicaciones que haga falta, porque no hay nada que ocultar y hemos hecho de la transparencia en la gestión una de nuestras máximas. Sí me preocupa que esa fuerte dosis de crítica pueda suponer un desgaste para el propio medio, que acabe poniéndolo en peligro. Debería haber un consenso para que EITB no se convierta en objeto de disputa política permanente.

"Me preocupa que la disputa política sobre EITB desgaste al propio medio"

"Hay una estrategia de las privadas para acabar con el modelo público de televisión"

"Nuestro papel no es ser altavoz del constitucionalismo ni del nacionalismo"

"Hay que dar tiempo a los nuevos programas y a sus profesionales"

P. El PNV insiste en que el hecho de que sea el primer director de EITB sin carné de partido no le hace independiente.

R. Quiero que me juzguen por los hechos y espero que éstos superen algunos prejuicios. Mi compromiso es con el servicio público y la puesta a disposición de la ciudadanía de un medio de comunicación. Es nuestra única consigna.

P. El PNV opina que el pacto PSE-PP pesa como una losa sobre el ente.

R. Ese reproche no responde a la realidad. No sé en qué se sustenta, salvo en el juego político. La dirección de informativos y los editores hacen una información que no excluye a nadie y responde a la pluralidad del país y a las distintas sensibilidades políticas.

P. ¿En qué resumiría el cambio en EITB en estos meses?

R. Hemos abierto las ventanas y realizado un refuerzo en informativos creando el Egunon Euskadi de la mañana, el debate Plató 2.0, las entrevistas de Azpimarra en ETB1 o la actualidad cercana del Euskadi Directo. Hemos reforzado el compromiso con el euskera con el programa de aprendizaje Kerman Mintalagunak en todos los canales y con la unificación de toda la animación infantil en ETB3 y también con la ampliación de la cobertura en euskera para el País Vasco francés. Hemos creado una dirección de Transparencia y cambiado los principios de contratación, estamos elaborando el Estatuto de Redacción y en breve tendremos una propuesta de Libro de Estilo.

P. ¿Por qué no terminan de cuajar nuevos programas como Aspaldiko, que se queda por debajo del sustituido Pasalo?

R. Aspaldiko nace por el desgaste de Pasalo durante 2009, más acusado antes de nuestra llegada. Entre enero y julio, bajo del 19,8 al 13,4 y en diciembre estaba en el 11,2. Aspaldiko cerró marzo con el 9,3 y es verdad que no era ésa la expectativa, pero también Pasalo necesitó varios meses para afianzarse y luego dio buenos resultado durante años. Parece lógico dar a esos nuevos programas también un plazo razonable. Nuestra apuesta es confiar en los profesionales que están al frente de estos nuevos programas y en que recuperen posiciones.

P. En todo caso, hay una bajada de audiencia global en el grupo. ¿A qué la atribuye?

R. En la radio no, estamos bien. En ETB1 las cifras son bastante estables, con una ligera pérdida, y sacarla del agujero es nuestra prioridad. Desde 2003 a 2008 bajó del 6,8% al 3,2% y perdió casi cien mil espectadores. ETB2 acusa la llegada de la TDT, la fuerte subida de las cadenas temáticas y la fragmentación de las audiencias que está afectando a la mayoría de las cadenas autonómicas.

P. Pero parece que menos que aquí. ETB era de las más vistas y ahora parece que se queda en el furgón de cola

R. Somos terceros entre las autonómicas, con un 14,2%. Sólo están delante TV3, la única que no baja, con un 19,3%, y de Canal Sur, que tiene el 16,3%. De furgón de cola, nada. Además de los factores que he citado, está la agresiva ofensiva de las privadas, en una estrategia para acabar con el modelo público de televisión, en particular las autonómicas, así como el contexto de cambio político, que ha podido generar alguna dificultad. Todo eso hace de éste un año complejo y de transición y puede explicar en parte la caída.

P. ¿Por qué cita el cambio político entre esos factores? También se ha dado en otras partes y no parece haber influido.

P. No digo que influya, lo cito porque está ahí.

P. ¿Está sugiriendo un boicot desde el nacionalismo?

R. No, digo que ese contexto está ahí y no se puede negar. Cada espectador es muy libre. No puedo creer que haya una campaña en contra, entre otros cosas porque EITB nació como pilar esencial y pieza clave del autogobierno. Pero ese contexto no puede obviarse y puede generar un determinado ambiente. En todo caso, la pérdida ya empezó en el primer semestre de 2009. Entre enero y julio se perdieron 2,3 puntos y en el segundo, tras nuestra llegada, 0,8.

P. El plan de Convivencia está siendo polémico. ¿Cómo ve el papel que adjudica a EITB sobre las víctimas y la defensa del Estado constitucional?

R. Nuestra seña de identidad fundamental en el nuevo plan estratégico de EITB es la de ser un servicio público, comprometido con los valores democráticos y el pluralismo de esta sociedad. No tenemos la misión de adoctrinar. Entiendo por defensa del Estado constitucional la de unas instituciones que amparan las libertades y un sistema y unas reglas de juego siempre modificables. Nuestro papel no es ser altavoz del constitucionalismo, ni del estatutismo ni del nacionalismo, ni de ninguna ideología política. Nuestra misión no es hacer una televisión de doctrina, sino un servicio público comprometido con esos valores y con la paz, la deslegitimación del terrorismo y la memoria de las víctimas.

P. ¿Que tendrá de novedoso el nuevo convenio que firmará con el lehendakari en esta materia?

R. Enlaza con el de la dirección anterior, cuyo compromiso con los derechos humanos nunca he puesto en cuestión. Pero nosotros queremos elevar el volumen, hacerlo más explícito y más activo respecto a los valores democráticos, la convivencia, el respeto a las instituciones y la memoria de las víctimas. Habrá una mención expresa al terrorismo de ETA y haremos más pedagogía. Por ejemplo, este año emitiremos cuatro documentales, el primero en mayo, sobre los 22 asesinatos cometidos por ETA en 2000, coincidiendo con el décimo aniversario de aquella terrible campaña.