Vázquez llama a las bases a tomar la calle en defensa de la lengua
Un año después de recoger el testigo de Emilio Pérez Touriño, Manuel Pachi Vázquez conmemoró ayer su primer aniversario al frente de los socialistas gallegos, recuperado ya el pulso tras perder el Gobierno autonómico ante "una derecha que no tuvo piedad de las políticas sociales" instauradas por el Ejecutivo liderado por su antecesor. Sin dar tregua a Alberto Núñez Feijóo, al que denominó "presidente del fracaso económico y del postureo", Vázquez hizo hincapié en dos cuestiones: por un lado, la "cabezonería" de Feijóo ante el decreto del gallego, contestado desde el ámbito social y educativo, y, por otro, el "reconocimiento expreso a todos aquellos que quieren enterrar con dignidad a sus muertos de la Guerra Civil", en una jornada que visibilizó el apoyo de muchos socialistas al juez Baltasar Garzón en distintas ciudades.
Vázquez escogió el Centro Cultural Caixanova de Pontevedra, en cuyo auditorio fue designado por mayoría secretario general hace hoy un año, para celebrar este aniversario en un ambiente bastante más tibio y que no contó con el respaldo de Rodríguez Zapatero ni de la plana mayor del partido. Sólo la ministra Elena Espinosa acudió al acto, que volcó los aplausos en la militancia por la reorganización interna de la agrupación, que ha redistribuido su peso en 1.100 dirigentes bajo la máxima de "un hombre, un cargo". A esas bases invitó Vázquez a salir "a la calle" el próximo 17 de mayo, Días das Letras Galegas, "para decirle a Feijóo que "con nuestra lengua no se juega".
Elena Espinosa disculpó la ausencia de los ministros Blanco y Caamaño, así como de Rodríguez Zapatero, y trasladó el "apoyo" de la cúpula socialista a Vázquez y su equipo. Después, criticó la "manipulación" por el PP de los medios de comunicación públicos en Galicia o Valencia, lo que achacó a una política "basada en el clientelismo y el linchamiento de quien no se somete". Espinosa acusó a los populares de cuestionar "la solvencia de nuestro país" por intereses electorales e hizo la única referencia de la jornada al caso Gürtel para significar el silencio impuesto por Rajoy "para que no se le alborote el gallinero de Génova". Antes, la portavoz Mar Barcón ensalzó "la gallardía" de su jefe de filas para encabezar la nueva etapa del partido cuyo espíritu englobó en los versos del poema Invictus.
En el año transcurrido, el PSdeG ha celebrado cinco congresos que han dado la vuelta a la estructura interna del partido, con más de 1.100 personas en cargos dirigentes que darán "musculatura y pulmón" para "rearmar" un proyecto en el que "no hay mesías", dijo Vázquez, sólo trabajo. Y en esa línea, avanzó que el ideario socialista, que afinará prioridades y conceptos, se revisará el próximo 12 de mayo.
Optimismo crónico
Haciendo alarde su "optimismo" crónico, el secretario general puso fecha a la próxima "prueba" electoral. Los comicios municipales servirán no sólo para "revalidar" apoyos, sino que "vamos a crecer", confió Vázquez, pese a los que "andan comprando voluntades en Mos, Silleda, Porriño o Gondomar". Tanto, auguró, que en ciudades como Vigo los populares "se van a llevar un revolcón", hilando con ésta otras deseadas victorias en Santiago, Ferrol, A Coruña o Pontevedra, donde en las últimas elecciones apenas consiguieron el 22% de los votos.
El líder socialista pidió a Feijóo "que deje de estorbar" en la fusión de las cajas y, lejos de templar los ánimos tras los abucheos que sufrió el viernes, Vázquez reiteró la voluntad del líder del Ejecutivo de sacar adelante una ley "anti Vigo". Le acusó de dejar sin gastar 1.623 millones de euros de los Presupuestos como ejemplo de "mal gobierno y mal gestor", que además "está cerrando los comedores escolares del rural", denunció. Uno más de los recortes de las políticas sociales a los que aludió Vázquez, que sí felicitó al Gobierno central por el volumen de sus inversiones, "inédito" en Galicia.
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