"No crearemos empleo neto en el mercado valenciano hasta el 2011"
"A la oposición le traen al fresco los problemas de los valencianos"
Pregunta. ¿Ha abierto alguna investigación interna sobre las irregularidades denunciadas en el sumario del caso Gürtel?
Respuesta. Ahora que se ha levantado el secreto del sumario del caso Gürtel, sabemos que no se deriva ninguna actuación irregular de la Administración. No hay ningún responsable de la Administración pública valenciana que aparezca como imputado en ese asunto, con lo cual es difícil que exista algún tipo de actuación que pueda calificarse como irregular en cuanto a la contratación por parte de la Generalitat con cualquier empresa.
P. O sea, que no han mirado nada.
R. La Consejería de Economía, al ser los responsables de la Junta Superior de Contratación Administrativa, no ha abierto una investigación al efecto, pero hemos tenido que coordinar las respuestas que se han dado a las Cortes, en el plano puramente político, como a los distintos organismos jurisdiccionales, incluido el TSJ de Madrid que nos requirió información de la contratación con algunas empresas. Esa es una información que consta en el sumario remitida por la propia Generalitat y que no ha dado lugar a que se entienda que pueda haber ninguna persona imputada por una contratación irregular que se pudiera entender fraudulenta con carácter administrativo.
"La construcción no puede tener un peso inferior al 7% o al 9% del PIB"
"No ha habido vaivenes en la política de cajas de ahorro"
"Estamos muy alejados de conseguir el pleno empleo"
"Acertamos cuando no cerramos los ojos y fuimos conscientes de la crisis"
"La presión fiscal en la Comunidad Valenciana es la más baja de España"
P. ¿Ni siquiera por la adjudicación del pabellón de Fitur a Orange Market en 2005 o la decisión de Canal 9 de dar a Teconsa el contrato del sonido y las pantallas de la visita del Papa?
R. Una Administración que se tenga que investigar a sí misma es una Administración que reconoce que le fallan los controles internos, ya sea a priori o a posteriori, en su actividad ordinaria, de contratación y funcionamiento. La Administración valenciana se encuentra controlada y auditada, interna y externamente, en este caso por la Sindicatura de Comptes. Y respecto a estas contrataciones, no ha aparecido en ninguno de estos controles el que haya una posible conducta que podría calificarse de ilícito penal, con lo cual no hay que abrir ninguna investigación, porque los propios controles han funcionado.
P. Usted sustituyó al ex vicepresidente Víctor Campos como secretario de la fundación que organizó la visita del Papa. ¿Sabe dónde fueron a parar los 12 millones que se declararon como gasto en 2006?
R. Hasta este momento el coste soportado directamente por la propia Generalitat no llega a los dos millones de euros. Ahora estamos cerrando definitivamente las cuentas para que sepamos exactamente qué parte del débito debe ser soportado por cada uno de los patronos de la fundación. Una vez se satisfaga, no habrá ninguna duda respecto a lo que costó. Para la Generalitat, el coste total no llegará ni a cinco millones de euros.
P. Su principal preocupación es el paro. Cuando se creaba más empleo en la Comunidad Valenciana que en España se atribuían todo el mérito. Ahora que la tasa de paro es más de tres puntos superior a la española ¿qué responsabilidad tienen?
R. El Consell es responsable cuando se crea empleo y cuando se destruye. Es cierto que la reforma del mercado laboral que pedimos para atajar el crecimiento del paro es responsabilidad del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. La Comunidad Valenciana sufrió el mayor impacto en el mercado de trabajo al inicio de la crisis y posteriormente ha registrado la mayor corrección, lo que hace que estemos en condiciones de salir de ella de la mejor manera en el momento que empiece el crecimiento económico.
P. ¿Cuándo se creará empleo?
R. Todos los informes dicen que este año tendremos todavía crecimiento negativo. No crearemos empleo neto en España y en el mercado laboral valenciano hasta 2011.
P. Ha dicho muchas veces que las políticas que aplicó durante la fase expansiva de la economía siguen siendo válidas y sólo hay que intensificarlas para salir de la crisis. ¿Lo mantiene?
R. Nosotros tuvimos un problema de mano de obra en la fase expansiva, lo que justificó el incremento de población por la vía de la inmigración. En recesión lo que sucede es que los colectivos más desfavorecidos son los que tienen una tasa de paro más elevada. Por eso las políticas que hemos puesto en marcha en materia laboral son más intensas. No son suficientes por el crecimiento del paro, pero sin esas políticas éste sería mayor entre jóvenes, mujeres o personas con discapacidad.
P. O sea, que van bien.
R. Acertamos en las políticas que tuvimos que poner en marcha cuando no cerramos los ojos a la realidad y fuimos conscientes de la crisis. En esos momentos, la Administración debe sustituir como agente económico a los agentes privados que no tienen capacidad de enfrentarse a una situación como esta.
P. ¿Y cómo lo han hecho?
R. Lo hicimos primero con un plan de impulso de la economía valenciana y, posteriormente, con cuatro grandes planes -lucha contra el desempleo, apoyo a los sectores productivos, mejora de financiación de las pymes y plan de inversión productiva a través de los municipios- que hemos llamado Planes Confianza. Tres de ellos han visto ya prácticamente su final y el de inversión productiva a través de los municipios llega hasta el año 2011. Pero eso debe ser temporal.
P. Mariano Rajoy exige destinar los fondos de inversión local a reducir la morosidad de las Administraciones. ¿Está conforme?
R. Hasta ahora todos los planes de inversión, tanto el del Estado como los de las autonomías, iban dirigidos exclusivamente a inversión en infraestructuras productivas que permitieran la creación de empleo y aprovechar su capacidad para poder salir cuanto antes de la crisis. El Gobierno, en el último fondo, ya pretende que parte del mismo vaya destinado a atender gasto corriente de los municipios. Es una medida que puede ser acertada, pero también con carácter coyuntural. Aquí hemos puesto en marcha un plan de agilización de pagos que, probablemente, hará que no tengamos que recurrir al endeudamiento para agilizar los pagos de la Administración.
P. Presumen de bajar los impuestos y luego reclaman más dinero al Gobierno ¿es que ese dinero no sale de los bolsillos de los mismos contribuyentes?
R. Al contrario, no hay una presión fiscal de la Generalitat y otra del Estado. Sólo hay una presión fiscal, pero la Comunidad Valenciana es la que tiene mayor número de deducciones en el tramo autonómico del IRPF y la presión fiscal es la más baja de toda España.
P. ¿Entonces por qué bajan impuestos y piden dinero a Madrid?
R. Un debate es sobre lo que debemos recibir en el modelo de financiación por la población que tenemos. Y otro si, dentro de las competencias que tenemos, bajamos o subimos los impuestos. Y eso no quiere decir que renunciando a ciertos impuestos estuviésemos también haciendo que la recaudación fiscal fuera menor. Durante todos esos años, cada valenciano pagaba menos, pero recaudábamos más que con anterioridad. Esto hizo quebrar el criterio de que no se puede rebajar impuestos y luego pedir más dinero al Estado para compensar la recaudación. No es verdad. En estos momentos los ingresos están cayendo pero, principalmente, por la recesión económica. También en impuestos que nunca han sido reducidos.
P. ¿Por qué durante todo el proceso de negociación del nuevo sistema de financiación autonómica no reunió al comité de expertos para reforzar su posición y lo hace ahora que el sistema está aprobado?
R. Las personas que conforman el denominado comité de expertos manifestaron, desde el principio, que su misión era pronunciarse sobre las propuestas que pusiera encima de la mesa el Gobierno.
P. ¿Y no hubo ninguna propuesta del Gobierno?
R. El primer documento fue tan vago y ambiguo que no hizo falta ni calificarlo. Posteriormente se presentó un documento un poco más extenso, pero tampoco sabíamos cuáles iban a ser las coordenadas del nuevo modelo de financiación. Y, al final, el Gobierno corrió y nos llevó a un debate, sin casi poder pronunciarnos sobre el documento anterior, donde se pusieron cifras encima de la mesa, sin explicar de donde salían, y a las que sólo se podía decir sí o no. Sin debate. Yo lo intenté y lo único que me trasladaron fueron las cuantías. Lo cierto es que el Gobierno sólo negoció con alguna comunidad autónoma, el resto la única oportunidad que teníamos era una especie de contrato de adhesión a lo negociado. Al final salió una especie de frankestein que dudo que sirva para que las comunidades autónomas podamos tener garantizado el pago de los servicios públicos esenciales.
P. ¿Pero entonces como reforzó su posición de cara a la negociación del nuevo sistema de financiación autonómica?
R. Se mantuvo un debate en las propias Cortes Valencianas. Además, yo comparecí después de cada Consejo de Política Fiscal y Financiera para explicar la posición de la Comunidad Valenciana. El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas elaboró un informe sobre el incremento de población y la financiación que trasladé a todos los grupos parlamentarios. Había incluso algunos principios generales que estaban pactados con la propia oposición parlamentaria. Los socialistas nos decían que no podíamos aceptar ningún modelo de financiación que no colocará a la Comunidad Valenciana en la media de financiación per cápita de todas las comunidades autónomas.
P. ¿Y el resultado?
R. Hoy tenemos un modelo que hace que la Comunidad Valenciana se quede a la cola de todas las comunidades autónomas en financiación per cápita y aún no he visto salir al secretario general del PSPV, Jorge Alarte, ni a su portavoz parlamentario, Ángel Luna, reconociendo que el Gobierno no ha hecho ni lo que ellos pedían, ni lo que la Comunidad Valenciana merecía.
P. Empresarios y sindicatos exigen al Consell que siente las bases de un nuevo modelo productivo. ¿Qué están haciendo?
R. Creo que hay que realizar cambios en el modelo productivo, pero no cabe un cambio de modelo productivo. Y no creo que nunca se haya producido por una decisión llevada a una norma. Las leyes de economía sostenible valen, más bien, para poco. Hay que ser muy conscientes de los cambios que tenemos que ir introduciendo, en un modelo que ya tenemos en marcha, para que este pueda adaptarse mejor a las circunstancias que el futuro nos va deparando.
P. ¿Y cuáles son?
R. El sector de la construcción no va a tener el peso que ha tenido en los últimos años, pero no puede tener un peso inferior al 7% o al 9% dentro de nuestro PIB. Eso es algo indiscutible. Los que creían que ese sector debía desaparecer se equivocaban y los que pretenden que vuelva a tener el peso de años anteriores también se equivocan. Además, tenemos que seguir avanzando para que los sectores industriales sean más competentes en una gama más alta de producto y ello hay que hacerlo compatible con los sectores emergentes, con todo lo que tiene que ver con las TIC. No olvidemos que somos una economía de servicios y vamos a seguir siéndolo. Y el turismo es una parte sustancial, junto con el comercio y la hostelería. Toda la política de grandes proyectos y grandes eventos ha resultado y resultará sustancial y muy importante en el futuro.
P. ¿Todavía cree que es posible alcanzar el pleno empleo?
R. El principal reto a corto y medio plazo es la creación neta de empleo. Es verdad que el crecimiento sostenido durante 15 años, hasta hace apenas 3 años, nos colocó muy cerca de ese pleno empleo, pero ahora estamos muy alejados de conseguir una situación como esa. Nos tenemos que preocupar de crear empleo neto y no plantearnos, a corto y medio plazo, llegar a metas como el pleno empleo. El gran debate es cómo reformamos el mercado de trabajo para que el impacto de las grandes crisis no tenga ese efecto sobre el empleo. Algo está fallando en la estructura del mercado de trabajo y, si no reformamos determinadas instituciones laborales, es difícil que nos podamos plantear esa clase de metas.
P. ¿No hubiese contribuido a generar más confianza en sus políticas un acuerdo con los grupos de la oposición en materia económica?
R. El Consell siempre ha tendido la mano. El plan de impulso de la economía valenciana que llevamos a las Cortes, los planes confianza, cada presupuesto, mis comparecencias sobre financiación, o cuando llevamos el plan de reequilibrio por el déficit excesivo de nuestras cuentas en 2003... En todas esas ocasiones hemos tendido la mano para que la oposición pudiera compartir esas políticas económicas y en ninguna de esas ocasiones la oposición ha tendido la suya para que pudieran ser compartidas.
P. Los socialistas se abstuvieron en la votación de unos presupuestos de la Generalitat.
R. Es verdad, se abstuvieron porque lo mandó el señor Zapatero, a semejanza de lo que él quería que ocurriera en el Congreso de los Diputados y en el Senado. No lo hizo por responsabilidad, sino buscando una jugada política donde pudiera defender la posición tan inestable que tenía en esos momentos en las Cortes generales. Pero en el caso de la oposición en las Cortes Valencianas hace mucho tiempo que, equivocándose, han decidido que sólo hay un tema que les preocupa [el caso Gürtel] y que los problemas que les preocupan a los valencianos a ellos les traen al fresco. Que el paro, la situación económica y el bienestar social son cuestiones que no merecen debatirse, semana a semana, para llegar a puntos de encuentro con el Gobierno de la Generalitat. Con esta oposición, las encuestas nos dicen que gozamos de mayor confianza de los ciudadanos.
P. Pero si ustedes se han negado hasta la saciedad a tener un pleno monográfico sobre la crisis económica.
R. No, no nos hemos negado. Es que pedir un pleno monográfico sobre la crisis económica de vez en cuando para decir "¡qué preocupado estoy por estos problemas!" cuando se han tenido siete plenos con cuestiones de carácter económico y socio-laboral en los que no se ha querido pactar absolutamente nada, no deja de ser una posición absolutamente formal.
P. ¿No hay nada que les una frente a la crisis?
R. Tenemos un punto de encuentro que puede ser común para todos, se llama Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo, donde están los agentes sociales. Yo se lo trasladé al propio [secretario general del PSPV, Jorge] Alarte. Digamos que todos estamos de acuerdo en ello y, a partir de ahí, digamos cuáles pueden ser las políticas que se tienen que ver reflejadas en los presupuestos, implementadas o aquellas que tienen que ser cambiados. En eso estamos ahora con los agentes sociales. Algunas políticas deben intensificarse, otras pueden cambiarse y estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo en breve espacio de tiempo. ¿Por qué no puede ser compartido ese acuerdo con los grupos de la oposición? No quiero pensar que creen que todo lo que viene del Gobierno de la Generalitat, consensuado con las organizaciones empresariales y sindicales, es malo por naturaleza. Me extraña que no se pueda llegar a acuerdos.
P. ¿El plan de austeridad que tiene en marcha le obligará a revisar la politica de grandes proyectos y grandes eventos?
R. El conjunto de los eventos y proyectos ha traído un mayor conocimiento de nuestro territorio, que siempre va a redundar en beneficio económico. Ha permitido dar una nueva imagen de nuestra Comunidad, que es vista como moderna, abierta, vanguardista, muy distinta de la imagen de hace 20 años. Además, son motores económicos.
P. Sí, pero han tenido un resultado desigual y algunos, como Terra Mítica, no han cubierto las expectativas.
R. El impacto, según los últimos estudios económicos, supera los 9.000 millones de euros desde que se inauguró l'Hemisfèric hasta ahora. Podemos hablar de 250.000 empleos acumulados, creados para las infraestructuras o mantenidos en el tiempo. La apuesta por grandes proyectos nos ha permitido optar a la celebración de grandes eventos, que hacen que tengamos nuevas infraestructuras para tener nuevas oportunidades. Si no hubiésemos apostado por la política de grandes proyectos, nunca hubiese llegado la Copa del América, la Volvo y la F-1 y seguramente no tendríamos campeonato de motociclismo o el Open 500. Esa política de grandes proyectos nos ha servido para colocarnos en la política de grandes eventos en el mundo que vuelve a realimentar grandes proyectos.
P. ¿Y se verán afectados por la crisis?
R. La política de grandes eventos se va a ver afectada con carácter general, lo mismo que el resto de políticas. Las únicas políticas que no se verán afectadas son las de carácter social. El plan de austeridad previsto en el presupuesto tiene un ahorro de más de 300 millones este año y lo presentaré cuando le presente al Gobierno de España la reestructuración de la Administración valenciana.
P. Primero apostaron por la fusión Bancaja-CAM, ahora el criterio es que decidan las cajas ¿Cómo explica ese vaivén?
R. Vaivenes no ha habido nunca. El sistema financiero está sometido a un proceso de cambio y la decisión la tienen que tomar las cajas. Se han barajado posibles situaciones de fusiones internas o de carácter externo, o relaciones que no llegaban a la fusión o absorción. Las cajas valencianas han podido barajar una u otra opción y también mantenerse tal y como están ahora. La decisión tendrán que tomarla en un espacio corto de tiempo. Además, si se quiere entrar en un proceso de este tipo hay un tipo de ayudas que tienen limitación temporal. Lo que se decida deberá comunicarse al Banco de España, que determina la solvencia empresarial, y al Instituto Valenciano de Finanzas. La posición nuestra no ha cambiado y estamos a la espera de lo que se nos pueda trasladar desde las cajas valencianas.
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