El titiritero subterráneo
Wes Anderson es un tipo perfeccionista. Sus películas (Viaje a Darjeeling, Life aquatic, Los Tenenbaums) son cuidados ejercicios de estilo que rozan el preciosismo. Del papel pintado al diseño del equipaje, el ojo de Anderson llega hasta el más mínimo detalle. Fantástico Sr. Fox, su nuevo trabajo, no iba a ser menos. El cineasta rumió durante diez años esta película de animación basada en uno de sus libros favoritos de Roald Dahl. Escribió parte del guión en la casa de Dahl en Buckinghamshire (Inglaterra) para empaparse del ambiente. Los decorados se fabricaron de manera artesanal: el humo, hecho con algodón, y los árboles, con hojas de té. Las marionetas se confeccionaron con pelo real y el vestuario fue cosido a mano. Para doblar a los personajes principales, Señor Zorro y señora, convocó a George Clooney y Meryl Streep porque, según explica Anderson, "Meryl es la mejor para todo". Y se llevó a los actores a grabar sus voces en auténticos establos, bosques, gallineros y la mansión de Clooney en Italia.
"Almodóvar no puede hacer nada mal. Yo intento seguir su modelo"
Los minuciosos esfuerzos de Anderson no pudieron impedir que algo se torciera en el plató de Fantástico Sr. Fox. Director y equipo arte del que animó La novia cadáver, de Tim Burtonno se entendieron del todo bien. Un rodaje de una producción dirigida a niños o peterpanes terminó en una riña de patio de colegio. Tristan Oliver, el director de fotografía, insinuó en una entrevista para la revista Empire que Anderson no tenía la menor idea sobre las técnicas de animación fotograma a fotograma (o stop motion). La cosa no quedó ahí. También declaró a Los Angeles Times que el director dirigió la película desde su casa de París, enviando e-mails con instrucciones a los animadores. "Tiene algo de obsesivo-compulsivo. Creo que el contacto con la gente le perturba", sentenció Oliver.
Anderson, de 40 años, está en una sala art déco del hotel londinense Claridge's. Lleva media melena lacia y su habitual traje de pana beis, confeccionado a medida para que parezca encogido. Si es cierto que no soporta el contacto con otros seres humanos, lo esconde muy bien. Anderson, normalmente algo tenso con la prensa, mantiene hoy un tono conciliador y razonable: "Aquella conversación tuvo lugar a mitad de película, cuando Tristan no estaba muy contento", dice con calma. "Ahora está muerto de la vergüenza. No es muy normal que el director de fotografía hable durante el rodaje. Lo más probable es que nunca hubiera dado una entrevista y, obviamente, no supo llevarlo bien". Anderson niega haber dirigido la cinta por correo electrónico. "Hice la mayor parte del trabajo desde mi ordenador. Establecimos un sistema por el que veía las cámaras de cada unidad. Me comunicaba por teléfono y recibía cientos de e-mails de los diferentes departamentos".
Considera que los malentendidos surgieron porque parte del equipo no supo entender la atmósfera nostálgica y sin alardes tecnológicos que buscaba, inspirada en películas de Ray Harryhausen como Jasón y los argonautas. "El director de fotografía tardó en comprender lo que yo buscaba. Sintió miedo, pero finalmente hizo un trabajo maravilloso. Exactamente lo que esperaba".
El rodaje duró dos años en los estudios 3 Mills de Londres. Pero da la impresión de que la capital inglesa no está en la lista de lugares favoritos de Anderson. Su novia, una escritora de origen libanés, vive en la ciudad, pero el director sibarita encuentra poco que hacer en ella. "De Londres me gusta el restaurante River Cafe[pausa pensativa]. Y que puedo ver las películas de Almodóvar con subtítulos en inglés. Algo que en París no puedo hacer".
¿Admira al manchego? "Almodóvar no puede hacer nada mal. Me gusta su estilo, sus guiones, sus intérpretes. Y que trabaja junto a su hermano. Es muy especial tener a alguien en quien confiar. Yo intento seguir ese modelo. Me rodeo de colaboradores de fiar, pero no logro la misma dinámica. Quizá si trabajara en Tejas, de donde vengo, me sería más fácil. Pero quiero filmar en otros lugares". Vaya donde vaya, la próxima vez se lo pensará dos veces antes de mandar e-mails a su equipo.
Fantástico Sr. Fox se estrena hoy en España.
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