Cinco bombas causan un muerto y 75 heridos en Bangkok
Los manifestantes 'camisas rojas' rechazan la autoría de los atentados
Cinco bombas disparadas con lanzagranadas en tres lugares del barrio financiero de Bangkok causaron ayer la muerte de una persona e hirieron a otras 75, de las cuales uno es australiano y otro japonés. Las granadas son del mismo tipo que las que, según el Gobierno, usaron los manifestantes camisas rojas para disparar contra los soldados el pasado 10 de abril. Aquel día en que la policía reprimió una manifestación contra el Gobierno murieron 25 personas y más de 800 resultaron heridas. El vice primer ministro tailandés, Suthep Thaugsuban, indicó ayer que las bombas fueron lanzadas desde el mismo lugar donde se han instalado los camisas rojas. No obstante, ellos han rechazado la autoría de los atentados.
Tras la explosión, cientos de partidarios del Gobierno se reagruparon y lanzaron botellas y piedras a los camisas rojas. Cuando estos últimos empezaron a devolverles las piedras la policía logró interponerse y disolver a los atacantes.
Los manifestantes llevan un mes reclamando la disolución del Parlamento. El Ejército les pidió ayer que se retiren pacíficamente de Bangkok porque ha recibido la orden de dispersarles por la fuerza si fuera necesario. Pero los camisas rojas han convocado otra manifestación para hoy.
A raíz de que el Gobierno tailandés implantara el pasado 7 de abril el estado de excepción en Bangkok, el Gobierno español pidió que se evitaran los viajes a este país de 65 millones de habitantes.
La crisis política tiene su origen en la lucha que libran los partidarios y detractores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra (2001-2006), depuesto en el golpe de Estado de 2006 y condenado en 2008 a dos años de cárcel por un delito de corrupción.
Shinawatra, quien fue coronel de policía primero, magnate de las telecomunicaciones después y luego primer ministro de Tailandia durante cinco años, dirige desde el exilio a los camisas rojas.
Los campesinos, que aglutinan al 87% de la población de Tailandia, contribuyeron de forma decisiva a la victoria sin precedentes conseguida por Shinawatra en las legislativas de 2005. Cuando en 2006 recibió críticas de la población rural por haberse centrado demasiado en las grandes ciudades Shinawatra aprovechó su condición de magnate televisivo para crear un Gran Hermano de cinco días en el que se desplazó con una tienda de campaña a la provincia de Roi Et, una de las menos desarrolladas. Pero las manifestaciones en su contra que denunciaban casos de corrupción cada vez eran más tumultuosas.
En junio de 2007 el magnate compró el club de fútbol británico Manchester City y lo vendió en septiembre de 2008. La ONG Human Rights Watch pidió a las autoridades de la liga inglesa que no permitieran a un "violador de los derechos humanos" apropiarse de un club. La ONG lo acusó, entre otras supuestas fechorías, de "autorizar en 2003 la ejecución sin juicio de 2.300 personas supuestamente relacionadas con el tráfico de droga".
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