El universo del 'manga pop'

Flores sonrientes, setas multicolores y personajes inspirados en la estética del manga, el cómic japonés, aparentemente infantiles, pero con un trasfondo oscuro y triste. Así son las obras de Takashi Murakami (Tokio, 1963). La exposición Superflat New Pop Cultura resume desde ayer en el Centro Cultural Okendo de San Sebastián la obra del artista, considerado el Andy Warhol japonés.

La muestra suma 19 litografías de vivos colores y cuatro conjuntos de pequeñas reproducciones de obras originales, inspiradas tanto en el manga como en el pop art. Las obras han sido realizadas en la técnica que el artista ha bautizado como superflat ("superplano"), en la que aúna los rasgos clásicos de la pintura japonesa tradicional con los colores del pop art.

Los personajes de Murakami, esconden rasgos siniestros bajo su aspecto infantil. A una simpática margarita, el pintor le ha añadido unos dientes afilados. Uno de sus personajes más conocidos, Mister Dob, exhibe una sonrisa como poco inquietante.

El autor busca evocar la mentalidad de una sociedad japonesa que ha superado el trauma de la II Guerra Mundial, "desarrollando un lado infantil consumista y oscuro", según explican los organizadores de la muestra, abierta hasta el 19 de junio.

Destaca la serie de cuatro litografías al más puro estilo Warhol sobre Mister Dob. Más adelante, puede verse a Kakai Kiki, dos flores que encarnan sus personajes más conocidos y que dan nombre a la empresa creada por Murakami para elaborar sus obras. Un vídeo explica el funcionamiento de la factoría de Nueva York, en la que más de cien empleados trabajan en la producción de sus piezas.

La exposición se completa con miniaturas de algunas de sus esculturas, como Hiropon, una mujer con grandes pechos de los que brota un chorro de leche que rodea la figura, y que formó parte de la muestra antológica que el Guggenheim de Bilbao dedicó el año pasado al artista.