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Cómo comprender lenguas románicas a través del gallego

Adaptado un método de apredizaje simultáneo de idiomas

"No basta el inglés. Eso es rebajar el nivel y limita las posibilidades del plurilingüismo. Hay que vigilar el inglés, porque puede ser un elemento que vaya contra el plurilingüismo y en lugar de aumentar la interculturalidad, la limite". El profesor Tilbert Stegmann, de la Universidad de Goethe (Frankfurt), defiende desde principios de los años 80 el método que inventó junto al también profesor Horst Klein. La idea es que dentro de cada familia de lenguas europeas (románicas, germánicas y eslavas) es posible leer y entender textos siguiendo siete tamices. Un proceso natural, que cada persona hace de forma involuntaria, que ellos sistematizaron, explica.

Pero el método, defiende, no es sólo una "ayuda técnica" para entender otros idiomas, sino una "filosofía de la convivencia plurilingüe" en la que el estudiante deja claro que se interesa por una cultura cuando da el paso adelante y comienza a aprender su lengua. "Es un método altamente europeo, de educación hacia la solidaridad, que fomenta una atmósfera de convivencia entre diferentes lenguas". Por eso, "es muy importante para una lengua minorizada como el gallego, porque rebaja el rechazo de las personas para entrar en esa lengua que no tiene tanto prestigio".

"Es un sistema que fomenta la convivencia entre diferentes lenguas"

Los profesores de gallego y portugués en la Universidad de Barcelona Sabela Labraña e Ignacio Vázquez han hecho la primera adaptación del sistema de lenguas románicas que incluye por primera vez el gallego y que se presentó ayer en Santiago gracias al interés de las profesoras de catalán Mercè López y Dolors Perarnau por el sistema. Para Labraña, uno de los valores del método es que coloca al gallego "en el mismo estatus de prestigio e igualdad que el resto de las lenguas". "Lo que no tiene sentido es que no esté considerado en igualdad en los métodos de enseñanza en Galicia", critica.

En sus clases de gallego en Barcelona, Labraña hace ya una aplicación parcial del método -sólo con el catalán, castellano y gallego- "con muy buenos resultados". El sistema consiste en utilizar los conocimientos previos de un idioma para interrelacionarlo con los otros de su misma familia y ser así capaz de leerlos. Para ello, hay que fijarse en siete cosas: el léxico universal, el panrománico, las correspondencias fonéticas, las diferencias ortográficas y de pronunciación, la sintaxis, la morfología y los prefijos y sufijos.

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