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Reportaje:MUNDIAL DE F-1 | Gran Premio de Shanghai

McLaren por un tubo

Las escuderías trabajan para equipar sus coches con un nuevo sistema de canalización del aire, que será de gran ayuda en la interminable recta de Shanghai

Oriol Puigdemont

Si la temporada pasada Ross Brawn se sacó de la chistera un doble difusor mágico que pilló a trasmano a los demás equipos y que hizo posible que Jenson Button, un piloto de lo más discreto, se proclamara campeón del mundo de fórmula 1, esta vez ha sido McLaren la escudería que ha dado un golpe de efecto al inventarse el ya famoso Conducto F.

Se trata de una canalización de aire extra, que tiene la toma de entrada en una pequeña boca colocada en el morro del monoplaza, una central dentro del habitáculo y otra de salida en la parte posterior del alerón trasero y que crea un flujo de aire que circula por todo lo largo del bólido. Al enfilar una recta, el piloto obstruye la obertura central con una rodilla y redirecciona el aire al alerón posterior, que pierde casi toda su resistencia aerodinámica y hace que el coche gane velocidad punta.

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Como ocurrió el año pasado con la polémica de los difusores, McLaren también ha sacado partido esta vez de un vacío en el reglamento, que estipula que ninguna parte móvil puede tener una aplicación aerodinámica. En este caso, es el piloto, con su pierna, el que redirige el flujo al culo del vehículo.

El sistema, de cualquier forma, tiene más repercusión en los circuitos que cuentan con rectas largas y en el de Shanghai hay una interminable, de 1,2 kilómetros, circunstancia que ha hecho que la mayoría meta a McLaren en el grupo de candidatos a llevarse la victoria el domingo.

"Este año, tendremos que estar muy atentos en la recta porque ya hemos visto que McLaren demuestra tener una velocidad punta muy alta", reconocía ayer Felipe Massa. "En Malaisia, Lewis Hamilton ya fue muy rápido. Por eso creo que aquí, con esa recta, el McLaren también irá muy bien. Sin duda, tendrán ventaja. Ya sabemos lo rápido que es en las rectas", resumió Fernando Alonso. "Sé que nuestro coche está en fase de desarrollo, pero no es una prioridad. Seguimos trabajando con nuestra propia filosofía", zanjó.

"McLaren volverá a ir muy rápido aquí. Esta solución que utilizan les hace ganar velocidad en las rectas y a los demás nos hace más difícil defendernos. Todos perdemos alguna décima de segundo respecto a ellos", explicó Sebastian Vettel. Para el joven corredor alemán, el descubrimiento que han hecho los ingenieros de la escudería de Wooking ha provocado una pequeña revolución en las demás fábricas, exactamente lo mismo que ocurrió el curso pasado con el doble difusor de Brawn.

"Todos estamos bajo presión porque cada uno tiene que encontrar la forma de incorporarlo en su coche debido a que supone ganar entre tres y cinco décimas por vuelta en según qué pistas. Pero no es fácil porque te obliga a cambiar bastantes cosas del coche. En ese sentido, McLaren juega con ventaja. Estamos trabajando en ello y espero que Adrian [Newey, que se ha quedado en la fábrica] lo tenga pronto", advirtió Vettel, que espera poder contar con este sistema en Montmeló, en la próxima carrera.

Además de Hamilton y Button, Pedro Martínez de la Rosa y Kamui Kobayashi son los únicos pilotos que ya han salido a la pista con el Conducto F en sus coches, aunque la falta de fiabilidad de Sauber ha hecho que les haya servido de poco. "Si funciona bien, este elemento nos da unas dos décimas en la recta", explicaba De la Rosa.

Es evidente que el invento de McLaren ha provocado que la competencia se ponga las pilas para copiar su ingenioso Conducto F. Ferrari ya hace días que realiza ensayos para saber exactamente qué partido puede sacarle y cómo introducirlo en su F10 definitivamente y lo mismo ocurre en Williams y Red Bull. De hecho, Newey tenía previsto viajar a China para asistir a la carrera, pero finalmente ha decidido quedarse trabajando en la mejora del coche en la sede que el equipo tiene en Reino Unido.

Lewis Hamilton, con su McLaren durante los entrenamientos para la carrera de Malaisia.
Lewis Hamilton, con su McLaren durante los entrenamientos para la carrera de Malaisia.REUTERS

Ferrari y los motores

Por más que Ferrari pretenda ofrecer una imagen de tranquilidad y asegure que la rotura de motor que Fernando Alonso sufrió en Malaisia no ha hecho saltar las alarmas en Maranello, lo cierto es que algo de inquietud sí que hay en el taller de los bólidos italianos.

Alonso lo deslizó ayer con la boca pequeña cuando admitió que ese contratiempo, sumado al que ya tuvo el equipo en Bahrein (reemplazó los propulsores antes de la carrera), no puede repetirse. Romper otro propulsor obligaría a los técnicos a rediseñar el programa inicial para distribuir los ocho que cada corredor puede emplear durante el año sin ser penalizado.

"Lo que vamos a hacer es alargar un poco más el kilometraje de los propulsores que empleamos los viernes en las sesiones libres. Los forzaremos un poco más", comentó Alonso. "Por el momento, no estamos preocupados, pero, si se rompe otro, y cruzamos los dedos para que eso no ocurra, sí que lo tendremos todo más apretado", añadió.

Sus cuentas son las siguientes: "El ciclo útil de un motor ronda los 2.500 kilómetros. Eso significa que, si tenemos uno que sólo empleamos los sábados para la clasificación y los domingos para la carrera, podemos llegar a alargarlo hasta cinco grandes premios".

En cuanto a lo de Malaisia, Alonso aseguró que los técnicos han detectado el problema y le han puesto remedio. "Estos días, en el banco de pruebas, hemos estado simulando ese mismo fallo. Y para estar aún más seguros hemos fortalecido algunas piezas del cambio", cerró el español.

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