"Hay que quitar la naftalina de algunos teatros"
Josep Vicent convive casi a diario con músicos de 50 países. Son los que forman The World Orchestra con sede en España, torre de babel de la música y curiosa plataforma para el diálogo, que dirige desde 2004. Acaba de realizar una gira que le ha llevado por 15 ciudades de China y su refugio está en Altea (Alicante), donde le espera su familia.
La cita es en el restaurante Lavinia, especializado en vinos de todo el mundo. "Me gusta este lugar porque saben encontrar los caldos que hacen maridaje con una obra musical", aclara. Pide una ensalada de tomate de primero y un pescado de segundo. Y se explica: "Acabo de estar en China, donde he visitado varios mercados, y la verdad es que ahora no puedo enfrentarme a un trozo de carne. Me vienen a la mente esos pobres animales sacrificados de forma brutal colgados en tenderetes. No puedo olvidarme de esas imágenes".
El director de The World Orchestra aboga por introducir nuevos repertorios
Sus estilizadas manos se mueven acompasadas con sus palabras, casi sin que él se dé cuenta, cuando explica algo que le gusta. "Hay que acercar la música a públicos más diversos y jóvenes. Hay que quitar la naftalina de determinados teatros y descubrir al público nuevos repertorios y puestas en escena más dinámicas y modernas. No podemos estar al margen de las nuevas tecnologías".
Su relación con la música comienza desde niño. "Quise estudiar más para aprender más. Llegar a la dirección orquestal fue un proceso natural. Creo que la relación que se produce entre el director y su orquesta es un proceso emocional, natural. Es una gestión de impulsos".
La World Orchestra tiene como objetivo apoyar a los jóvenes músicos, directores y compositores españoles y promover la música, las lenguas y las culturas de España en todo el mundo. "Esta agrupación concita a jóvenes de alrededor de 25 años que quieren compartir una experiencia diferente y recuperar esa sensación de placer y disfrute que se produce al hacer algo que te apasiona". Desde 2004 han pasado cerca de 700 músicos por la orquesta, que cada año renueva un 30% de su plantilla. El 10% de los músicos que integran cada año The World Orchestra son originarios del país del que sale la gira y otro 10% son siempre españoles. "Nos estamos convirtiendo ya en un país capaz de exportar intérpretes a otras orquestas europeas, y eso es muy importante porque demuestra que hemos dado un gran paso en nuestra educación y preparación musical".
¿Sueña con sonidos? Sonríe. "Todo el día. Es difícil alejarlos de la cabeza. Escucho el contrapunto de tu bolígrafo y no puedo dejar de tatarearlo en mi cabeza. Es difícil que a un músico no se le llene la cabeza de sonidos que pululan de manera desordenada. Me gusta escuchar esos ruidos que no tienen explicación pero que los sientes de una manera diferente", confiesa.
Vicent se contiene con el dulce: no pide postre pero sí café. Y continúa su conversación sobre el programa del conjunto, centrado en las músicas del siglo XX y XXI. "No sólo abordamos la música clásica occidental, sino también otras influencias y tradiciones musicales del mundo, como el folk, el flamenco o el jazz".
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