"Estamos contentos, pero no podemos bajar la guardia"

Los cinco directivos del diario Egunkaria absueltos el lunes por la Audiencia Nacional de un delito de colaboración con ETA se mostraron ayer "contentos y satisfechos, pero sin bajar la guardia" por la sentencia que repara un error cometido el 20 de febrero de 2003 cuando el juez Juan del Olmo ordenó el cierre del único diario íntegramente en euskera.

Durante la comparecencia que ofrecieron ayer a los medios de comunicación en Andoain (Guipúzcoa), a escasos metros del periódico Berria, proyecto que nació de la clausura de Egunkaria, el presidente del consejo de Administración del rotativo, Joan Mari Torrealdai, leyó un comunicado junto sus compañeros Martxelo Otamendi, Ignacio María Uria, José María Auzmendi y Xabier Oleaga en el que reconocían "haberse quitado una pesada carga que durante siete años los ha mantenido colgados en una oscura incertidumbre bajo la amenaza de un futuro aún más oscuro". A pesar de la satisfacción y la sensación de victoria que manifestaron, los acusados creen que "no se debe bajar la guardia porque ésto no ha acabado aún y hay mucho por recorrer".

Piden que la pieza económica se tramite en la Audiencia de Guipúzcoa

En ese camino queda pendiente saber si, como es previsible, la acusación, la Asociación de Víctimas del Terrorismo y Dignidad y Justicia, recurre la sentencia ante el Tribunal Supremo. También está pendiente de dilucidar si los tribunales indemnizan por daños y perjuicios el cierre del periódico y por último, si la pieza económica del caso Egunkaria -en la que se acusa al rotativo de irregularidades fiscales y contables- pasa a la Audiencia de Guipúzcoa.

Esta última parte del sumario incorpora las penas más severas contra los procesados ya que la acusación solicita hasta 26 años de cárcel y 33 millones de euros. En este sentido, los directivos del rotativo se preguntan por "el resarcimiento de los perjuicios generados con motivo del cierre de la empresa y los causados a los miles de lectores de Egunkaria". Pero piden prudencia y se niegan a dar detalles sobre las peticiones que hará su defensa como compensación a estos daños causados por la decisión de cerrar el diario.

Prudencia que ayer justificaron así la ausencia de los abogados quienes estudian a fondo el contenido de la sentencia, un fallo "previsible que finalmente ha llegado, pero delicado". Torrealdai recordó: "Durante este tiempo hemos estado detenidos, incomunicados, hemos sido torturados y encarcelados".

Oleaga, subdirector de Egunkaria, aludió a la singularidad de la sentencia en la que los jueces han determinado que no existían razones para el cierre del diario, ya que no se trataba de una empresa normal, sino de un medio de comunicación asistido por el derecho de libertad de expresión. El lehendakari, Patxi López, rechazó ayer en su blog la interpretación "reduccionista" de que el cierre fue un "ataque al euskera y a la cultura vasca". "El cierre de Egunkaria fue, sobre todo, un ataque contra la libertad de prensa y contra el Estado de Derecho, al utilizar la justicia como una estrategia política muy determinada", precisó.