"España necesita más madurez para ir hacia el modelo alemán"
A Flavio Benites, secretario del sindicato alemán IG Metall, el mercado laboral español no le parece demasiado rígido. Al contrario, sostiene que es "bastante flexible". Este sindicalista, bregado en la industria automovilística germana, entiende que España examine el modelo de relaciones laborales alemán para importar alguna medida. No obstante, considera que antes debe definir el modelo productivo que quiere.
Pregunta. La recesión fue mucho más profunda en Alemania que en España. Pero allí la tasa de paro es del 8,2% y aquí del 18,8%. ¿Se debe al mercado laboral?
Respuesta. El diálogo social primero debe identificar la vocación del país, como en su día hizo Alemania, que decidió dar prioridad al parque industrial de producción de bienes de alto valor añadido. El país se centró en la innovación, la reducción de costes y en mantener a los trabajadores cualificados. Partiendo de esta vocación, hay que rediseñar el modelo de relaciones laborales.
"El diálogo social debe identificar primero cuál es la vocación del país"
P. ¿Es viable aplicar el modelo alemán en España?
R. Las soluciones alemanas son para una economía muy industrializada y tienen una lógica de alta pacificación social.
P. ¿Pero no hay conflictos laborales en Alemania?
R. Sí, pero se resuelven mediante canales distintos. En España se va a menudo a la huelga o Magistratura de Trabajo. En Alemania se negocia dentro de la empresa porque se reconoce el derecho de participación a los representantes de los trabajadores, que conocen muy bien la empresa. El modelo alemán está anclado en instrumentos de pacificación, de estabilidad laboral y bajo nivel de huelgas. Otra diferencia: no hay diálogo social. Sólo se empleó en dos ocasiones, pero no funcionó. Allí suena a mucho ruido y pocas nueces.
P. Se habla, por ejemplo, de vincular los salarios a la productividad y no a la inflación.
R. Allí no hay una cultura de negociación salarial con relación a la inflación, sino a la producción y al poder adquisitivo de los obreros. Lo que ocurre es que en España hasta ahora la inflación ha sido más alta que en Alemania.
P. Y otra medida es reducir jornadas laborales para evitar despidos a cambio de formación.
R. Sí, pero no sólo para atender a las necesidades de la empresa, también del obrero. Ahí no veo problema: el Estado invertirá en expedientes más largos y en formación. Pero para ir hacia el modelo alemán se requiere más madurez. Allí estamos hablando de los derechos de participación en las empresas.
P. ¿Cómo?
R. Los trabajadores participarían en la empresa a través de fondos controlados por fundaciones vinculadas a los sindicatos.
P. ¿Y con qué dinero?
R. Hay empresas que han recibido dinero público. Ese capital iría a las fundaciones y el Estado no saldría de las sociedades. -
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