Resultados por un tubo
La menor demanda de gas no mina las inversiones y los beneficios en Enagás
Enagás ha logrado casi la cuadratura del círculo en 2009. En un escenario de fuerte caída -un 10,5%- de la demanda de gas, que es la base de su actividad, y de carencia generalizada de financiación en los mercados, el grupo gestor de infraestructuras batió su récord histórico de inversiones, con un presupuesto ejecutado de 901,6 millones de euros, y logró incrementar además, en un negocio regulado como el suyo, un 15,1% su beneficio neto -y su retribución al accionista (el 5 de julio abonará un dividendo complementario de 0,466 euros)- y en un 10,2% su resultado operativo bruto (Ebitda).
Los resultados del primer trimestre, que se harán públicos el 27 abril, no serán especialmente buenos ni significativos -sucede habitualmente en los tres primeros meses de cada ejercicio-, pese a que se ha incrementado la demanda de gas un 6,4% en el periodo enero-marzo, pero los responsables de Enagás reiteran -lo adelantó hace unas semanas a los analistas su presidente, Antonio Llardén- que este año su grupo seguirá creciendo a tasas de dos dígitos en beneficio, Ebitda e ingresos regulados, llevando acabo inversiones previstas en varios proyectos por 700 millones.
"En un año, 2009, de gran dificultad económica", explica Llardén, Enagás ha tenido "unos resultados muy buenos gracias a la gestión de tres variables". La primera de ellas ha sido "la intensificación del plan de eficiencia en la compañía y la contención de costes" [los de personal, por ejemplo, se redujeron el año pasado en un 11,9%, destacando la congelación de los salarios de la alta dirección; y los gastos operativos cayeron un 10,7%]; en segundo lugar, como segunda variable, la gestión récord alcanzada en inversiones y activos puestos en ejecución; y en tercer lugar, "la mejora del coste financiero medio" soportado.
Enagás, dicen en la empresa, tiene hoy los costes financieros medios más bajos de su sector (han pasado del 4,7% al 3,31% entre enero-diciembre de 2008 y enero-diciembre de 2009). Cerró 2009 con una deuda neta de 2.904 millones y un apalancamiento del 64,6%. El 60% de esta deuda estaba suscrita a tipo fijo y tenía 1.623 millones disponibles.
Una de las prioridades de Enagás, desde la llegada de Llardén a la presidencia, ha sido, agregan en la compañía, "encauzar las necesidades financieras: somos una empresa muy intensiva en capital y además de tener que acometer fuertes inversiones debíamos hacer frente al vencimiento de un préstamo sindicado de 1.000 millones de euros en enero pasado". Para cumplir con esos compromisos la empresa realizó, por primera vez, dos emisiones públicas de bonos de 500 millones, a tres y seis años, que han contado con una demanda diez veces superior a la oferta y con unos costes muy aceptables. Enagás ha liquidado el préstamo sindicado y hoy su vencimiento de deuda más cercano asciende a 500 millones en 2012.
Sobre la segunda gran variable en la gestión de Enagás, analistas de Ahorro Corporación señalan que aunque ha reducido su esfuerzo inversor anual de los 900 millones iniciales de su plan estratégico a 700 millones para 2010 y 2011, no esperan más recortes en ese capítulo porque la empresa necesita "ese nivel de inversiones para mejorar el almacenamiento de gas, las interconexiones internacionales y para solucionar los cuellos de botella del sistema"
[como el disparo de la demanda de gas el 16 de diciembre pasado por un temporal].
Enagás analiza, además, "posibles adquisiciones de participaciones en infraestructuras relacionadas con el corazón de su negocio, teniendo en cuenta la rentabilidad y el impacto sobre el endeudamiento", según Llardén. En 2009 compró a BP el 25% de la regasificadora de Bilbao por 65 millones.
El presidente ha explicado que entre 2010 y 2011 se van a poner en explotación activos por importe de 1.400 millones. Y que la actividad de la compañía en 2010 estará condicionada por un encarecimiento de los costes "de entre el 4% y el 5%" que, si se cumplen las previsiones, quedará compensado por "un incremento de ingresos de doble dígito", dice Llardén.
Por otro lado, el grupo espera que "a lo largo del año que viene" el Gobierno apruebe "un nuevo plan energético nacional para el periodo 2012-2020" y revise la planificación 2008-2016. Enagás tiene previsto realizar una presentación estratégica antes del verano en la que dará a conocer sus perspectivas de negocio más allá de 2011. Para confeccionar esta presentación son claves las necesidades y las demandas de infraestructuras que están adelantando en las últimas semanas eléctricas y otras compañías clientes de Enagás para la revisión del citado plan energético nacional.
Los analistas de UBS, a la vista de estos datos y perspectivas, han decidido incluir a Enagás entre sus tres compañías preferidas en el sector energético. Los expertos de BBVA alaban el incremento de la visibilidad en inversiones y objetivos operativos de la compañía y los de Renta 4 destacan el tradicional cumplimiento de sus objetivos por parte de Enagás.
Gaviota, El Musel, Yela y Castelnou
Enagás cerró el jueves la compra a Repsol de su participación del 82% en el pozo submarino de almacenamiento de gas, Gaviota, frente a la costa vasca. El precio de la transacción se eleva a 86,9 millones de euros, aunque 16,4 millones del importe total están condicionados a la aprobación por el Ministerio de Industria del proyecto de ampliación de la capacidad de almacenamiento -está previsto que pase de 0,9 bcm (miles de millones de metros cúbicos) extraíbles a 1,6 bcm-. Enagás, por otra parte, negocia con Murphy Spain Oil Company la adquisición del 18% del capital de Gaviota de la que es titular.
En 2009, al margen de la adquisición del 25% de la regasificadora del puerto de Bilbao, Bahía de Bizkaia Gas, por 65 millones a BP, Enagás ha invertido en los gaseoductos Almería-Chinchilla (conexión española del Gaseoducto Medgaz), Lemona-Haro y Montesa-Denia, en el gasoducto submarino -una obra de gran complejidad técnica- entre la Península y Baleares, y en una gran ampliación de la capacidad de sus instalaciones en Barcelona.
Enagás, en este momento y entre otras obras, afronta una inversión de 400 millones para la instalación de un gran almacén de gas subterráneo en Yela, cerca de Brihuega (Guadalajara), que permitirá asegurar el abastecimiento a Madrid y a toda la zona centro peninsular; también tiene previsto dotar de un quinto tanque de almacenamiento a su planta de regasificación de Escombreras; construye un gasoducto, Castelnou-Tivissa, destinado a futuros enlaces internacionales previstos; y acelera la puesta en marcha del proyecto de una planta regasificadora en el puerto gijonés de El Musel. -
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