Pasqual volverá a dirigir el Lliure

El Lliure recupera su línea sucesoria dinástica, regenera su cordón umbilical, recobra su alma primera. Vuelve Lluís Pasqual.

Pasqual (Reus, 1951), miembro fundador del Teatre Lliure en 1976 y uno de sus nombres más emblemáticos, volverá a dirigir el colectivo teatral barcelonés, del que ya fue codirector de 1998 a 2000, a partir de la temporada 2011-2012, según acordó ayer el patronato de la fundación que rige el Lliure. Pasqual se hará cargo del teatro cuando expire el mandato del actual director, Àlex Rigola, aunque antes se producirá una convivencia a fin de facilitar la transición. Rigola calificó ayer el nombramiento de Pasqual de "indiscutible".

El nombramiento de Pasqual, a propuesta de la junta de gobierno de la Fundación Teatre Lliure-Teatre Públic de Barcelona, fue aprobado con 37 votos a favor, ninguno en contra y cinco abstenciones. De esta manera se cierra con rapidez la intriga sobre el futuro del Lliure y, para muchos, se consuma un acto de justicia histórica. Entre los nombres que se barajaban para la dirección figuraban los de Carme Portaceli, Julio Manrique y Carlota Subirós.

"Hemos precipitado los pasos al aparecer sobre la mesa el nombre de Pasqual y confirmarse que él estaba de acuerdo con su candidatura", explicó ayer Antoni Dalmau, presidente de la Fundación Lliure. "Muchas propuestas no han llegado ni a presentarse a fin de que otros nombres no se vieran como simples comparsas dado el consenso que ha habido enseguida en torno a Lluís. Estamos todos muy contentos". Dalmau recalcó, sin embargo, que el de Pasqual "no es un retono nostálgico" sino "un inicio nuevo", a cargo de "un director de primerísima fila y en plena madurez artística". Dalmau se congratuló de que se restablezca una relación que hace siete años, envenenada por recelos políticos y personales, "no acabó bien". El propio Pasqual entiende que su regreso al Lliure, que considera que se ha visto favorecido por el hecho de que al frente de las administraciones se encuentra una nueva generación de políticos, no es en absoluto para regodearse en la memoria, algo que no va con él, sino para airear la casa. "No es un volver", subrayó ayer, "sino un ir". Hombre de carácter, agradeció ayer la confianza, no sin dejar de recordar que esta no se la dieron en otros momentos.

Desde el Ayuntamiento, el delegado de Cultura, Jordi Martí, se felicitó de que regrese a dirigir un teatro en Barcelona uno de los grandes talentos del país. Apuntó que el contexto es diferente del que impidió que Pasqual dirigiera el colectivo en su nueva sede y consideró que el panorama de ahora es "más estable". Pasqual era en estos momentos "la mejor opción" y eso no ha de verse, dijo, como un paso atrás en la confianza en las nuevas generaciones. "En la dirección de los equipamientos se ha de ir combinando a la gente de experiencia y madurez con los jóvenes. De todas formas, estoy seguro de que Lluís nos sorprenderá", concluyó.

Una de las cosas que habrá que ver es cómo Pasqual integra en su proyecto la remozada sede histórica del Lliure de Gràcia, dado que siempre se ha mostrado partidario de que el Lliure no la conserve.

Pasqual, considerado uno de los directores españoles más prestigiosos e internacionales, ha dirigido el Odéon-Théâtre de l'Europe, en París; la Biennal de Teatro de Venecia, y el Centro Dramático Nacional-Teatro María Guerrero de Madrid.

Ahora su contrato, renovable, lo pondrá al frente del Lliure hasta la temporada 2014-2015.