Gerard Butler y la batalla de los ex
El nuevo galán de Hollywood protagoniza con Jennifer Aniston una comedia sobre rupturas de pareja - "El éxito me hace más poderoso y eso da libertad"
El cuerpo de Gerard Butler (Paisley, Escocia, 1969) no cabe en la silla. Él se mantiene en precario equilibrio durante la entrevista, amoldando sus músculos al receptáculo. Sólo sus risotadas rompen la proporción y lanzan la grabadora por los aires, coreando el vuelo con un "shit" y un par de "fuck".
Y sin ningún complejo, porque Butler pertenece a un estilo de actores marcados por haber llegado ya maduros a Hollywood. Como George Clooney o Hugh Jackman -cuyas carreras guardan enormes similitudes-, el escocés ve con cierta ironía todo lo que le está ocurriendo ahora... incluido el rumor de su romance con Jennifer Aniston, su compañera de reparto en Ex-posados, que se estrena el 9 de abril en España. Aniston y Butler recorren Europa -y más parece un viaje de novios vistas las fotos en cada capital- promocionando esta comedia en la que encarnan a un ex matrimonio que se mete en varios jaleos por culpa de sus profesiones: ella es una periodista que investiga un caso de corrupción policial; él, un cazarrecompensas que debe detener a su ex esposa por no presentarse a un juicio. Ex-posados no da para más. "Me llegan miles de guiones. Y hay tantos malos... Es difícil encontrar alguno que me emocione, y sólo hago los que creo que sean realmente buenos".
"Los jóvenes intérpretes estallan como flases y a veces se apagan"
¿La veteranía es un grado para olfatear en el mundo del cine? "Los jóvenes actores estallan como flases y muchas veces se apagan. Yo he ido paso a paso, como Jackman, sí, y veo Hollywood con cierta distancia. Agradezco todos los días lo que estoy viviendo, y al mismo tiempo no me tomo en serio. Ahora recuerdo mis días como abogado [estudió derecho antes de pasarse a la interpretación] con un enorme alivio, uf. Pero oye, eran vivencias que tenía que pasar, que me han hecho tal y como soy".
A Butler se le acumula la tarea de despachar trabajos: "Jamás he controlado mi carrera, y menos aún cuándo se estrenan. Porque que coincidan en Estados Unidos en cartelera Cómo entrenar a tu dragón y Ex-posados comprenderás que me ha sentado mal. Primero, por el estrés de promocionar dos filmes a la vez; y segundo, porque he estrenado cinco películas en diez meses. La gente como mucho querrá verme un par de veces, ¿no?". No será verdad, porque desde 2004, cuando logró cierto renombre con El fantasma de la ópera, Butler ha enlazado 14 películas: desde 300 y RocknRolla hasta La isla de Nim, Gamer o La cruda verdad. Desde luego, no todo es calidad de primera. "RocknRolla es un ejemplo del tipo de cine que me gusta. Comedia oscura, violenta, sucia, con gancho... Ex-posados no es oscura, pero me atrae esa clase de comedia en la que saltan chispas parejiles, en las que estallas en risas". Todos esos trabajos, ¿le hacen sentirse integrado en Hollywood? "Cuanto más tiempo paso en el negocio, no sólo soy mejor actor porque aprendo, sino que entiendo mejor todo lo que rodea a la industria: el márketing, las cifras de taquilla, las conversaciones... Tengo una visión más global de las películas, y esa sabiduría y ese éxito me hacen más poderoso, lo que conlleva más libertad". Eso se ha reflejado en Un ciudadano ejemplar, thriller que Butler ha protagonizado y producido: "Me ha encantado controlar todo el proceso hasta que el filme ha llegado al público. Algún día dirigiré, aunque lo haré concienzudamente, no con cualquier historia".
¿Qué ha perdido en este viaje? "Echo de menos el teatro. Mucho. Mis primeros trabajos fueron en los escenarios. Hace poco estuve en Saturday night live, y, aunque sea un programa de televisión, como se hace en directo delante del público, recordé aquellas viejas sensaciones". Ya ni hablamos de musicales como El fantasma de la ópera. "Sabía que aquel papel me cambiaría la vida, pero que no iría por ahí mi carrera. Igual que 300: me gusta la acción, aunque jamás me dedicaré sólo a ella. Estoy abierto a todos los géneros".
Última pregunta. Al inicio de la charla Butler ha asegurado que quería "disfrutar y exprimir" su carrera y su vida. ¿Eso incluirá sus múltiples relaciones sentimentales? Horas antes, Andy Tennat, el director de Ex-posados, aseguraba que el rumor del lío Aniston-Butler iba en contra de la película, que distrae la atención de lo más importante: el filme en sí. ¿Qué piensa Butler? "Completamente de acuerdo. Parece que formamos parte de guión del filme. Siempre que el público ha sospechado que los dos protagonistas se lo habían pasado demasiado bien fuera de las cámaras, un halo de negatividad rodeó el estreno. Piensa en Jennifer López y Ben Affleck en Gigli, una de las grandes cagadas de Hollywood". Que cada uno saque sus conclusiones.
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Actores escoceses, hijos de Connery
"Cuando trabajo en EE UU, me toca suavizar el acento. Me encantaría poder utilizarlo sin más, pero entonces no podría encarnar a ningún yanqui. En los últimos años en la vida real se me ha ido yendo el tono escocés, y cuando vuelvo a casa es muy embarazoso. En Escocia esa pérdida del acento es un sacrilegio, alta traición". Gerard Butler se defiende así su inglés globalizado, normalizado para los estándares de Hollywood. Hace poco estuvo en The late late show, el programa televisivo estadounidense de otro escocés, Craig Ferguson, y ambos se rieron del habla ininteligible del primer escocés que triunfó en el cine: Sean Connery.
Tras el James Bond original han ido llegando actores como Alan Cumming
(X-men),
Billy Boyd (El señor de los anillos),
Robert Carlyle (Full monty o El mundo nunca es suficiente) y, sobre todo, Ewan McGregor y James McAvoy. Estos dos últimos han aprendido a compaginar la acción, el cine de autor y la comedia romántica: justo como el viejo Sean.
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