Los progresistas tejen un "débil" pacto para el fallo del Estatuto

La cuadratura del círculo es una quimera, aunque en el Tribunal Constitucional algunos magistrados coquetean estos días con la idea de que lo imaginado como posible no siéndolo pueda hacerse realidad en forma de sentencia.

Tres años y medio después de que el Partido Popular presentase un recurso de inconstitucionalidad contra 126 artículos del Estatuto de Cataluña, el bloque progresista del Tribunal, integrado por cinco de los diez magistrados que resolverán este caso, ha tejido un "débil e inestable acuerdo" para aprobar una sentencia que desbloquee una de las situaciones políticas más complicadas del mapa autonómico español.

La presidenta del Constitucional, la progresista María Emilia Casa, está dispuesta a aplicar su voto de calidad aunque busca apoyos conservadores para que la sentencia no salga con un pírrico empate a cinco que resolvería ella por su posición privilegiada en el Tribunal. Aunque para llegar a que Casas pueda imponer su voto de calidad, todavía queda mucho camino por recorrer, según indicaron ayer diversas fuentes.

Aragón Reyes no votará sin Jiménez y éste quiere el aval de otro compañero

El Constitucional cuestiona un tercio de los artículos recurridos por el PP

El catedrático progresista Manuel Aragón Reyes planteó desde el primer momento de las deliberaciones sus objeciones al preámbulo, donde se alude a la palabra nación para definir a Cataluña, y con el artículo 8, que se refiere a los símbolos nacionales de Cataluña. Sus reproches a la constitucionalidad de estos artículos, clave para la mayoría de los partidos catalanes que considerarían su derogación como algo inaceptable, dejaron en minoría al bloque progresista, partidario de avalar la mayoría del texto del Estatuto catalán con algunos reparos menores.

En las últimas semanas, las conversaciones han permitido aventurar un posible acuerdo del bloque progresista, Aragón incluido, en torno a una sentencia que declararía inconstitucionales al menos 15 artículos e interpretables otros 20. Pero ese acuerdo está pendiente de que algún magistrado del bloque conservador lo apoye, como quiere el propio Aragón Reyes para garantizar su voto.

Entre los candidatos a apoyar un texto como el que pretende consensuar la presidenta María Emilia Casas, está el vicepresidente del Tribunal Constitucional, Guillermo Jiménez. Pero éste, según fuentes del tribunal, no dará ningún paso sin el aval de su compañero Ramón Rodríguez Arribas, que es reacio a dar su espaldarazo a un texto que avala aspectos sustanciales del Estatuto aunque pone reparos a otros referidos al término nación y a los símbolos nacionales, al Poder Judicial, a la lengua o al Defensor del Pueblo. Así las cosas, el acuerdo para una votación que garantice que habrá fallo sobre el Estatuto todavía no está cerrado ni garantizadas las mayorías suficientes. La cuadratura del círculo en forma de sentencia inminente es una quimera.