Alonso traza el plan
Xabi gobierna el juego madridista, consigue el gol del empate y asiste en el segundo a Arbeloa
La táctica deriva de un ejercicio lógico elemental: poner los medios más efectivos para atacar allí donde el adversario presenta mayores debilidades. Cuando falla la táctica de los entrenadores, los equipos pierden, a menos que se imponga la táctica de los futbolistas. Ayer, en el estadio Bernabéu, el hombre que encontró el camino para sacar adelante el partido en favor de su equipo fue Xabi Alonso, el jugador más capacitado para encontrar soluciones colectivas en la plantilla del Madrid.
Quique Flores, el entrenador del Atlético, hurgó en la parcela de Marcelo, el marcador menos sólido del Madrid. Del otro lado, Manuel Pellegrini no creó dificultades añadidas a Antonio López, el defensa más vulnerable del Atlético. El jugador con más capacidad de desbordamiento del Madrid, lejos de percutir en el lateral izquierdo rojiblanco, se incrustó en el cogollo, donde chocó contra Tiago, contra Assunção, contra Ujfalusi y contra Domínguez. El chico salió al campo cargado de energía, pero la malgastó chocando contra la parte más gruesa de la muralla opuesta.
Cristiano Ronaldo fue extremo derecho en el Sporting de Lisboa y extremo en ambas bandas en el Manchester United. En el Madrid es raro verle progresar por las bandas. Es el sino de Chamartín. En este campo, Figo también buscaba más la diagonal que el uno contra uno.
Pero ayer el partido se desniveló a partir del uso de los extremos. El Atlético empleó a su mejor extremo para hacer daño a su rival cuando lanzó a Reyes contra Marcelo. El Madrid no hizo nada parecido a pesar de que tenía mejores especialistas.
Pellegrini, de pie, cruzado de brazos en la zona técnica, asistió preocupado al 0-1 de Reyes y a las sucesivas dificultades de su equipo para profundizar. Sin embargo, no se le vio hacer indicaciones a Cristiano para que atacase al defensa más endeble del Atlético.
Lo agradeció Antonio López, que se pasó toda la primera mitad inédito. Sólo en el minuto 44 se tiró Cristiano a la derecha, en busca de campo abierto, y desde allí consiguió su primer remate. Se desmarcó de fuera hacia dentro, entró al área y cabeceó fuera un centro de Marcelo. No insistió mucho más en esta vía.
La baja de Reyes desencadenó el repliegue del Atlético, que, poco a poco, se fue escondiendo en su área. Sobre la tierra liberada avanzó Xabi, que empezó a maniobrar con soltura, empujando a su equipo hacia el gol. Él mismo metió el empate. Y él mismo posibilitó el 2-1 encontrando el hueco que Pellegrini descuidó en la pizarra. Recibió el balón en el círculo central y lo envió a 30 metros, por donde entraba Arbeloa. Exactamente a la espalda de Antonio López. Justo para que Arbeloa encarase a la defensa del Atlético por su parte más débil. El canterano dribló a Domínguez y anotó un golazo. Fue el que encarriló la victoria. Fue producto de la inteligencia táctica de Xabi Alonso.
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