Brown arranca la campaña con unos presupuestos para las clases medias
El laborismo ofrece bajada de impuestos a los británicos con menos recursos
Aunque Gordon Brown aún no ha anunciado la fecha de los próximos comicios, que se esperan para el 6 de mayo, la campaña electoral empezó ayer. En el que puede ser su último presupuesto, el canciller del Exchequer y ministro del Tesoro laborista, Alistair Darling, presentó en los Comunes un proyecto de presupuestos muy político, que suaviza la carga fiscal de la clase media a costa de subir -muy ligeramente- la de los más pudientes. Es decir, pensando sobre todo en las preocupaciones inmediatas del votante medio.
En su habitual tono cansino, que huye del populismo pero ha acabado por darle credibilidad, Darling dedicó la primera parte de su discurso a ensalzar la manera en que el laborismo abordó la crisis financiera y subrayar que el Reino Unido estaría mucho peor si entonces hubieran hecho caso de las propuestas tories. Pero poniendo especial énfasis en la fragilidad del entorno económico internacional y nacional. No era un debate meramente académico: la campaña electoral promete girar en torno a la propuesta del Partido Conservador de cortar inmediatamente el gasto público para reducir el enorme déficit presupuestario británico o esperar un año, como defienden los laboristas, para consolidar la recuperación.
La patronal de los empresarios acoge con satisfacción las ayudas a las pymes
Darling se apuntó ayer un tanto en ese debate al anunciar que la deuda llegará este año a 178.000 millones de libras (casi 199.000 millones de euros), 11.000 millones menos de lo pronosticado en otoño. Pero, aunque mantuvo la previsión de crecimiento para este año (entre el 1% y el 1,25%), rebajó en un cuarto de punto la del año próximo (que queda entre el 3% y el 3,25%). Una forma de alertar sobre la fragilidad de la recuperación y reforzar su tesis de que no hay que empezar ahora el ajuste fiscal.
Pese a manejar un presupuesto fiscalmente neutro, Darling encontró margen de maniobra para lanzar golosinas a los votantes. Tanto a los de izquierda -quitando a los ricos lo que le da a los pobres- como a los más moderados. A ellos va dirigida su propuesta de duplicar el actual mínimo exento de impuestos a la compra de primera vivienda, que queda en casi 280.000 euros. ¿Cómo se financiará? Elevando del actual 4% al 5% la tasa para la compra de viviendas de más de un millón de libras (1,12 millones de euros).
También se dirige a la moderada clase media el paquete de ayudas por 2.800 millones de euros para las pymes recortando impuestos a medio millón de compañías, duplicando las deducciones por inversiones y también las deducciones por ganancias de capital a los pequeños empresarios.
¿Cómo se financiarán estas y otras medidas? En gran parte, gracias a los 9.000 millones de euros recaudados de la banca por las garantías públicas otorgadas durante la crisis financiera y a través del impuesto a las bonificaciones de los banqueros de la City, una polémica tasa que ha recaudado 2.000 millones de euros, el doble de lo previsto. También anunció un acuerdo con los dos grandes bancos británicos para destinar a créditos, sobre todo a las pymes, al menos 105.000 millones de euros.
Las ayudas a las pymes fueron muy bien recibidas por las organizaciones empresariales. "Es un astuto presupuesto político", sintetizó Richard Lambert, director general de la patronal CBI, la CEOE británica. La City también acogió bien la propuesta presupuestaria. La Bolsa, que había abierto a la baja por la rebaja de la calificación de la deuda de Portugal, se recuperó con el discurso del canciller del Exchequer. No porque apoyen sus cifras de crecimiento o porque crean que la deuda está bajo control, sino más bien aliviados porque los laboristas no se han lanzado a una carrera de costosas promesas preelectorales y porque Darling reafirmó su posición de que, aunque apoya una tasa generalizada a la banca y en especial la banca más especulativa, esta se debe acordar a nivel mundial.
Hubo otros anuncios con tintes electorales, como fragmentar en tres tramos la ya anunciada subida de la fiscalidad de la gasolina, la financiación de 20.000 nuevas plazas universitarias o la creación de un banco para proyectos ecológicos.
Recortes fiscales
- Medidas para empresas pequeñas y medianas. El presupuesto del Gobierno laborista prevé un recorte de impuestos para medio millón de compañías por un valor de 2.800 millones de euros.
- Compra de la primera vivienda. El Ejecutivo duplica el valor mínimo exento de impuesto, que se eleva así a 280.000 euros.
- Presión sobre los bancos. Los recortes fiscales a clase media y pymes serán financiados con el dinero recaudado a la banca por las garantías ofrecidas durante la crisis y con el impuesto sobre bonificaciones a directivos.
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