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Crónica:RACING 0 - MALLORCA 0 | 28ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Incapacidad y conformismo

La ineficacia del Racing y la rutina del Mallorca adormecen a El Sardinero

Se medían ayer en El Sardinero el equipo más flojo en su casa y uno de los que menos aprietan cuando visitan al rival. Con esos precedentes, la lógica indicaba que poco iba a ocurrir. Y así fue ayer por la noche en El Sardinero, donde Racing y Mallorca brindaron un empate a nada, sobre todo en la segunda parte. Fue el mejor resumen de la incapacidad de unos y la conformidad de otros.

Animado por los despistes previos de Sevilla y Deportivo, el Mallorca quiso buscarle las cosquillas al Racing desde el principio. No lo tenía muy difícil, a pesar de que el equipo de Gregorio Manzano tampoco anda muy sobrado fuera de la isla. El equipo de Portugal sólo ha vencido en dos ocasiones en El Sardinero, y fueron ante Tenerife y Xerez, los dos últimos de la Liga.

RACING 0 - MALLORCA 0

Racing: Coltorti; Pinillos, Oriol, Henrique, Christian; Munitis (Óscar Serrano, m. 77), Diop, Colsa, Toni Moral (Arana, m. 70); Canales y Tchité (Bolado, m. 65). No utilizados: Mario Fernández; Moratón, Crespo y Lacen.

Mallorca: Aouate; Josemi, Nunes, Ramis, Ayoze; Borja Valero (Mario Suárez, m. 80), Martí; Varela, Víctor, Castro (Mattioni, m. 69); y Webó (Aduriz, m. 72). No utilizados: Lux; Ruben, Corrales y China.

Árbitro: Muñiz Fernández. Sin amonestados.

Unos 14.000 espectadores en El Sardinero.

Ayer, el Racing se fue con algo más de alegría al ataque, pero el que estuvo más cerca del gol fue el Mallorca. Y se lo debe a Gonzalo Castro. El mediapunta se mueve con sentido y su equipo permanece atento a lo que salga de él, por lo general algo bueno. Así, gracias a sus maniobras, Víctor tuvo el gol en su primer acercamiento, pero Coltorti, guardameta de movimientos extraños pero eficaces, lo evitó.

El propio Víctor y Ramis, los dos de cabeza, rondaron también el tanto. Entre medias, la mejor aparición del Racing. Un pase pleno de intención del senegalés Diop -que ha desplazado del equipo a Lacen- lo recogió Tchité. El delantero quebró la salida de Aouate, pero su remate se encontró con la cabeza de Ramis. El Racing, mientras, se desinflaba, con Canales diluido en la defensa del Mallorca.

De todas maneras, al equipo de Manzano le falta dar un paso adelante cuando actúa fuera de Son Moix, la orden contundente típica de quien transita por las alturas de la Liga. El virtuosismo y la ambición de casa parecen dejar paso a una sobriedad con trazos de aburrimiento fuera de ella. Si a eso se le añade la tristeza ofensiva del Racing, el partido tomó un cariz de lo más insípido.

Portugal quiso alternar con Canales en el costado izquierdo, pero el Racing necesita mucho más que eso. Para empezar, un delantero que culmine la laboriosidad de su centro del campo, porque ayer Tchité estuvo tan aplicado como improductivo. Tiene demasiadas asignaturas pendientes y una característica que le lastra para ser un killer: la ingenuidad.

El Mallorca, por su parte, se dedicó a ver el partido casi como un espectador, dejando que pasaran los minutos y procurando a la vez que ocurriese lo menos posible. Lo consiguió, pero le queda la duda de qué hubiese pasado con otra actitud. Sólo en el último tramo de la segunda mitad, cuando boqueaba el Racing, se le advirtió algún interés por un partido en el que casi nunca creyó y por el que peleó lo justo.

Pinillos y Coltorti evitan una ocasión de Gonzalo Castro.
Pinillos y Coltorti evitan una ocasión de Gonzalo Castro.REUTERS

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