"Me falta la ley electoral"

Llegó en abril de 1980, unos días después de la primera sesión del Parlament, y pisó por primera vez la Cámara catalana casi como parte de un proceso natural. "Por fin estoy en casa", pensó Ismael Pitarch (Morella, 1943). Pragmático, este catedrático de Derecho conocía esa institución como nadie porque en 1975 había presentado su tesis doctoral titulada L'estructura del Parlament de Catalunya i les seves funcions polítiques (1932-1939). Cuando la Cámara inició su actividad, el 10 de abril de 1980, Pitarch, profesor de Derecho en la Autónoma, estaba asistiendo al parto de su primer hijo. "Pero me llamó Isidre Molas -entonces diputado del PSC- para hacerme una consulta sobre la investidura", recuerda. Fue Heribert Barrera, entonces presidente del Parlament, quien le convenció para que participara en la redacción del primer reglamento de la Cámara. Y ahí se quedó.

En 30 años, ha desempeñado dos cargos clave: secretario y, ahora, letrado mayor del Parlament, desde el que dirige los servicios jurídicos de la Cámara y asesora a los diputados y las comisiones. Rodeado de montañas de libros y legajos en su despacho, Pitarch lamenta que ahora "se haga una política más partidista, lejos de la ilusión de virginidad que había al principio". Con ánimo de neutralidad, tiene una espina clavada por el futuro incierto del Estatuto, pero sobre todo le gustaría ver promulgada la ley electoral. "Es más importante que el propio Estatuto y que el reglamento de la Cámara".