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Reportaje:

El equipo invisible

Osasuna ha rebajado su personalidad pese a contar con Camacho, un técnico a su medida

Gorka R. Pérez

Con la derrota frente al Racing el pasado domingo, en Pamplona, Osasuna perdió algo más que tres puntos. Perdió la materia convirtiéndose en un equipo invisible. "Estamos en una racha negativa. Los goles que nos meten parecen que están diseñados. Espero que se acabe algún día", declaraba José Antonio Camacho tras el encuentro.

Los números de Osasuna empiezan a preocupar en las altas esferas del club, ya que el cuadro rojillo acumula seis partidos consecutivos sin conocer la victoria, lo que ha reducido notablemente el margen respecto de los puestos del descenso a Segunda. No en vano el conjunto pamplonés tan sólo ha sumado dos puntos de esos 18 disputados.

La fiereza de Osasuna, sobre todo en su campo, se ha rebajado. Ya no tiene la personalidad de equipo aguerrido y sintético contra el que había que sufrir. Ya no es la cantera que provee al resto de los clubes (especialmente al Athletic), con algún baluarte siempre en sus filas, antes y después de la apertura exterior (Zoco, Ziganda, Urban, Goikoetxea). El Sadar, hoy Reyno de Navarra, ya no intimida como antes. El estadio ha perdido el efecto talismán, reduciendo a Osasuna a un conjunto más de cuantos pelean por la supervivencia, sin más atributos que el resto.

El equipo ha dejado de ser agresivo y los rivales ya no sufren ante él

La huella de Osasuna se rastrea en el argentino Pandiani, un guerrero de mil batallas, al que acompaña Aranda, otro guerrillero. Lo demás se mueve entre las expectativas y las realidades de futbolistas individuales que pretenden sumar en un equipo un tanto desnortado respecto a su historia.

El efecto Camacho, que llevó al equipo a mantenerse en Primera la temporada pasada, parece haberse diluido a pesar de que el mensaje del técnico murciano no haya variado a lo largo de todo el curso. Sin embargo, la figura de jugadores otrora tan determinantes como Nekounam puede ser la clave del bajo rendimiento del equipo navarro. El momento de forma del iraní, encargado de dirigir al once sobre el césped, dista mucho del de temporadas anteriores. "Durante la campaña 2006-07, Neko fue el mejor centrocampista de la Liga", asegura Juanjo Lorenzo, director técnico del club y principal responsable de su llegada a Pamplona. En su cuarta temporada en Osasuna, no se encuentra a gusto, sin embargo, sobre el césped y su desesperación tiende a convertirse en expulsión, algo que ya ha sucedido en dos ocasiones durante esta campaña.

Ni siquiera su compatriota Masoud parece haberse asentado en el equipo. Desde aquel gol que maravilló frente al Atlético en el estadio Calderón la temporada pasada, el virtuoso delantero parece haber perdido no sólo la titularidad -Camuñas ha ocupado su puesto-, sino también el olfato de gol, con tan sólo dos tantos en 25 partidos. Aun así, esta noche, en el Camp Nou, frente al Barça, y debido a las lesiones de Pandiani, Aranda y Dady, será el iraní quien ocupe la punta del ataque de un equipo con la pólvora mojada.

Hasta el Reyno de Navarra parece haberse convertido en un campo asequible para el resto de los equipos. En lo que va de año, Osasuna suma el mismo número de victorias que de empates como local, cuatro, algo que unido a la manifiesta incapacidad goleadora le han situado como el tercero menos goleador de la Liga, sólo por detrás del Espanyol y el Xerez.

Con todo, Camacho se ha mostrado optimista respecto al partido contra el Barça. "De víctima yo no salgo nunca. Siempre salgo a ganar en todos los campos, aunque otra cosa es lo que ocurra luego. El Barcelona se lo tendrá que ganar en el terreno de juego", aseguró ayer el mister rojillo en la conferencia de prensa. No en vano, y a pesar de la dinámica negativa de su equipo, Osasuna es hasta la fecha el último cuadro que ha conseguido la victoria en el Camp Nou. Fue con un gol de Pandiani cuando luchaba por mantener la categoría el curso pasado y el Barça, en mayo, pensaba ya en la Liga de Campeones.

Respecto al gran momento de forma de Messi, el técnico de Cieza apuntó que no planea ningún marcaje especial al argentino y que el encuentro "no tendrá nada que ver con el jugado en Pamplona [1-1]". "Entre otras razones", dijo Camacho, "porque el campo es muy distinto y, afortunadamente, las circunstancias también son muy distintas".

El punto de inflexión para Osasuna llega de nuevo frente a un rival que vuelve a estar presente en los peores momentos del Camacho. Mientras tanto, sigue a la búsqueda de la identidad perdida.

José Antonio Camacho conversa con su segundo, Carcelén.
José Antonio Camacho conversa con su segundo, Carcelén.EFE

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Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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