El EBB cree suficiente que tres de los afiliados imputados ya hayan dimitido

El PNV no hará más sangre, de momento, entre sus ocho afiliados de Álava imputados por cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de dinero una vez conocidas las renuncias de Alfredo De Miguel como diputado foral, de Aitor Telleria como miembro del ABB y de Alfonso Arriola en calidad de asesor del Tribunal Vasco de Cuentas. Así lo decidió el EBB en su esperada reunión de ayer, en Bilbao. Según las fuentes consultadas, la dirección nacional del PNV, en base a la ausencia de confirmación judicial sobre las imputaciones, sostiene que "ya se han tomado" las medidas sancionadoras porque las personas imputadas "no están en sus puestos".

Los dirigentes jeltzales se amparan en el secreto del sumario antes de estudiar otras posibles medidas. Y es que la actuación judicial seguida en este escándalo no ha pasado desapercibida en el análisis de situación que el PNV viene realizando desde que se conoció la puesta en libertad con cargos pero sin fianza de sus ocho destacados militantes de Álava. El propio hecho de que salieron libres sin fianza alguna ni restricción de movimientos ha sido interpretado de manera positiva porque podría responder a que el perjuicio económico que lo imputados hubieran causado "no sea al final tan grave", advierten.

La ausencia de fianzas hace pensar que no sea elevado el delito económico

El liderazgo de Agirre no ha pasado desapercibido en el propio partido

A su vez, en fuentes próximas al PNV ya se conocen cómo transcurrieron los interrogatorios a los ocho detenidos, aunque no se saben las imputaciones concretas. Por otra parte, fuentes jurídicas han señalado a este diario que "es de difícil comprensión" cómo en base a la resolución de la puesta en libertad sin fianza "se decidió una detención masiva en lugar de una citación puntual" para recabar declaración en sede judicial. Esta teoría ya fue expuesta por el propio Alfredo de Miguel en su comunicado al día siguiente de su detención.

Este contexto judicial, carente de resoluciones concretas sobre la actuación de cada uno de los imputados, ha influido de manera decisiva para que el PNV no apriete el acelerador como se llegó a pensar una vez que asumió la trascendencia social que conlleva ahora mismo este escándalo. "De momento no sabemos ni de qué se les acusa, así que no podemos tomar otras decisiones", se dijo ayer en el seno del PNV para justificar la ausencia de sanciones internas. De hecho, no se ha abierto ningún tipo de expediente a pesar de que todos los imputados son afiliados.

En definitiva, el EBB se ha encontrado con la labor hecha. Algunos de los propios afectados le han allanado el camino con sus dimisiones, aunque queda por conocer qué suerte corren a nivel del propio partido militantes tan significativos como Iratxe Gaztelu o Koldo Otxandiano sobre los que no se ha adoptado, de momento, ninguna resolución. Es aquí donde ayer tomó cuerpo la posibilidad de que sea el propio ABB quien analice la situación en la que quedan sus afiliados, aunque es muy posible que en aplicación de los estatutos de régimen interior no pueda procederse a ninguna sanción hasta que medie una condena.

Pendiente de los próximos movimientos, entre la clase política alavesa se ha subrayado "la rapidez y contundencia" empleadas por el diputado general, Xabier Agirre tras conocer el alcance de las detenciones practicadas por la Ertzaintza a instancias del juzgado número 4 de Vitoria. El diputado general no dudó en apelar a la tolerancia cero, que ha cumplido con rigidez, adelantándose por horas al pronunciamiento del propio presidente del PNV alavés, Iñaki Gerenabarrena.

Ayer, en Diputación, la conmoción del pasado miércoles había dado paso a una inquietud controlada, sin que se concediera, incluso, "demasiada" importancia al pulso de Eusko Alkartasuna una vez acotada la crisis interna mediante la renuncia fulminante de De Miguel. El liderazgo ejercido por Agirre se ha convertido en un referente reconocido dentro de su partido.

A la difusión de este clima de mayor serenidad colaboran dirigentes del PNV como el propio Josu Erkoreka, quien no dudó en calificar de "modélica" la reacción de su partido y del diputado general alavés. El portavoz jeltzale en el Congreso de los Diputados admitió en Punto Radio que la respuesta ha sido "ejemplar, modélica y rapidísima" porque "la corrupción no cabe ni como sombra de sospecha". Por ello, Erkoreka aseguró que no ve "por qué habría de producirse" una "respuesta" de los ciudadanos en las próximas elecciones. En cualquier caso, añadió, el "pequeño percance" registrado en Álava "se ha resuelto bien en lo que se refiere a la implicación de partido".