Atónito e indignado
En estos tiempos de turbulencias económicas, asisto atónito a la respuesta adormecida y sometida que las clases medias y los trabajadores estamos teniendo ante la crisis y las medidas que los poderes políticos y financieros están imponiendo.
Aceptamos un plan millonario, pagado de nuestro bolsillo, para rescatar a las entidades causantes de esta crisis que ahora niegan sus préstamos a los trabajadores y pequeños empresarios, asumimos como normal que grandes empresarios como el señor Díaz Ferrán, que han llevado a cabo una gestión desastrosa dejando a cientos de trabajadores en la calle, se sienten con todas las de la ley a proponer medidas reaccionarias como el nuevo modelo de contrato joven.
Aguantamos que Europa diga cómo debemos reaccionar ante la crisis cuando es el tan cacareado euro el que impide ahora autonomía en nuestra política monetaria, toleramos que unos políticos con privilegios y sueldos vergonzantes propongan que trabajemos más años, cuando ellos ni siquiera son capaces de renunciar a sus pensiones indignas.
Estamos permitiendo una vuelta a un sistema que se ha demostrado como inviable pagando nosotros los costes de su fracaso, cuando lo que deberíamos estar haciendo es defender nuestros derechos, exigir que sean estos neocapitalistas los que asuman los costes en sus cuentas de beneficios sin dar un paso atrás en los derechos adquiridos y dejar bien claro que la clase trabajadora no va a permitir la vuelta a un sistema que se ha demostrado es catastrófico. Pero la verdad, viendo la reacción que sindicatos y partidos que se dicen de izquierdas están teniendo, tenemos lo que nos merecemos.
Es indignante ver cómo los partidos aceptan las ideas liberales y se conforman con el mal menor. Ahora no se puede andar con paños calientes, hay que conseguir un sistema pensado por y para los trabajadores. Merece la pena luchar por él, nuestros hijos nos lo agradecerán.
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