El Ibex 35 pierde los 11.000 puntos

La indefinición se ha instalado en los mercados de valores europeos, como consecuencia de los desacuerdos que existen en torno al problema griego. Los inversores asisten perplejos al cruce de declaraciones entre responsables de la política y la economía de la eurozona, entre las que han destacado las que piden dejar caer a Grecia como ejemplo para otros países y las amenazas de expulsar del euro a los incumplidores.

La cotización del euro ha sufrido numerosos altibajos ante la abundante munición que se ha puesto a disposición de los especuladores y ha terminado afectando a los mercados de valores, en los que la actividad ha sido más baja de lo habitual al añadirse el riesgo del tipo de cambio al habitual de la Bolsa en tiempos de incertidumbre.

El Ibex 35 termina esta semana con un descenso del 0,78% que pone fin a un intento de recuperación que tan sólo ha durado dos semanas. El Ibex 35 termina esta semana en 10.990,80 puntos, aunque en repetidas ocasiones ha estado a uno y otro lado de los 11.000 puntos, un nivel que va a convertirse en una referencia importante, según vaya a actuar de resistencia o de soporte.

La actividad en la Bolsa española ha sido bastante baja a lo largo de toda la semana, con un mínimo de 2.203,66 millones de euros en la sesión del pasado martes. El máximo se consiguió en la jornada de cierre, gracias al vencimiento de los contratos de opciones y futuros, que provocaron una mayor actividad institucional. Ese día se negociaron 5.693,11 millones de euros.

El sector bancario ha sido otra vez el protagonista destacado, primero por la rebaja en la calificación del conjunto de la banca española por parte de la agencia Standard & Poor's, ante el evidente riesgo país y, después, por la publicación del informe del Banco de España sobre la morosidad, que subió hasta el 5,3% en enero, al tiempo que disminuían los créditos concedidos. No obstante, los valores bancarios han capeado el temporal con resultados razonables, en parte porque esos informes no aportan ninguna novedad.

En el terreno macroeconómico tampoco se han producido novedades importantes, pues la mayoría de los datos publicados han venido a confirmar el estancamiento o debilidad del crecimiento económico. La Reserva Federal de Estados Unidos volvió a mantener los tipos de interés, al tiempo que anunciaba que estarían bajos durante bastante tiempo, algo que sentó bien en los mercados de valores, a pesar de significar que la economía necesita incentivos para intentar salir del bache.

En Alemania también se confirmaban las perspectivas negativas sobre la economía, con el sexto descenso consecutivo del índice de expectativas económicas publicado en marzo. La ralentización de la economía alemana en los últimos meses, después del pequeño tirón del año pasado, es un mal augurio para el resto de la eurozona.