Cesc cumplirá el sueño a medias

El 10 de noviembre de 1997, con 10 años, Cesc Fábregas se entrenó por vez primera en el fútbol base del Barcelona. El próximo martes 6 de abril, cumplirá la mitad del sueño que albergó de niño: jugará un partido oficial en el Camp Nou, pero lo hará como capitán del Arsenal. Los que ayer hablaron con él aseguran que la noticia no le ha hecho mucha gracia al centrocampista de Arenys de Munt, por mucho que al enterarse ayer del resultado del sorteo en el campo de entrenamiento de los gunners, en Saint Albans, fuera el primero en recordarle a sus compañeros que querer es poder, y que el Barcelona no es invencible, aunque maldijo la suerte que habían tenido en el bombo. "Hubiera preferido cualquier otro equipo", explican en su entorno. Por muchos motivos, especialmente por lo futbolístico, pero también porque intuye que su nombre volverá a las portadas de los tabloides ingleses -y los deportivos españoles- vinculándole a un hipotético fichaje por el Madrid o el Barcelona. "Seguro que toda la atención va a estar en Cesc, lo siento por él, es buen amigo, pero en el campo no habrá amigos, cada uno defenderá lo suyo", concluyó el azulgrana Piqué.

"Hubiera preferido a cualquier otro equipo", explican que afirmó el jugador tras el sorteo

Wenger: "Ahora tiene un contrato y un compromiso con el equipo"

A Cesc, que se mudó del barrio de Endfield al de Hampstead, una zona mucho más tranquila, donde vive con Carla, su novia de siempre, el Arsenal le recomendó hace un mes que no concediera ninguna entrevista que no fuera tramitada por el club, ni siquiera durante la miniconcentración en París con la selección española. El club quería que el jugador se aislara de todo eso, y él, obediente, obró en consecuencia. Ayer, sin ir más lejos, el secretario del equipo debió afrontar nuevas preguntas al respecto del interés del Barcelona por recuperar al centrocampista catalán al final de temporada. "No hay ninguna preocupación por este tema, en absoluto", aseguró Arsène Wegner. "Lo único que nos preocupa es darlo todo para intentar ganar algo. No sabemos que pasará en seis meses, en dos años, en cinco años. Pero ahora, tiene un contrato [hasta 2014] y un compromiso con el equipo", insistió el técnico, para quien el partido va mucho más allá del morbo que genera en los medios el regreso de Cesc a Barcelona. "Cuando jugó el Manchester City contra el Chelsea, la prensa estaba pendiente de si Terry y Bridge se daban la mano en vez de fijarse en lo verdaderamente importante, un magnífico partido de fútbol", insistió Wegner, quien hace dos temporadas le entregó el brazalete de capitán a Cesc y le ha dado aún más galones sobre el campo tras la marcha de Adebayor. "Tiene libertad absoluta. Juegan un 4-3-3. Cesc recoge y llega con idéntica libertad, dependiendo de lo que él considere", explica Robert Martínez, el técnico catalán del Wigam.

A los 22 años, Cesc, que nunca ha ocultado que lleva al Barça en el corazón, volverá mañana a jugar, una vez superada la dolencia que le ha tenido apartado de los campos desde el 6 de marzo. El mes de junio del 2003, su madre pensó que si el crío no triunfaba, por lo menos aprendería inglés. Han pasado seis años, 264 partidos y 46 goles y Fábregas no sólo ha triunfado sino que es el capitán del equipo y además, juega con el 4 , un número muy especial para él, porque es el que llevaba Pep Guardiola, su ídolo cuando era un niño y soñaba con jugar en el Camp Nou. Justo lo que hará en unas semanas.