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Acoso a las Damas de Blanco en su tercera jornada de protestas en Cuba

La policía trasladó por la fuerza a otra zona a las familiares de presos políticos

De los insultos y gritos de la jornada anterior, se pasó abiertamente a los empujones y a los golpes. El tercer día de protestas de las Damas de Blanco para reclamar la liberación de sus esposos y familiares, prisioneros en Cuba desde la primavera de 2003 por "conspirar" con Estados Unidos, derivó casi en una batalla campal en plena calle, tan increíble como triste. La cosa por suerte no llegó a mayores, aunque varias mujeres fueron arrastradas y sufrieron lesiones leves y magulladuras.

A diferencia del martes, cuando una contramanifestación progubernamental interrumpió a gritos el desfile de las Damas de Blanco en el céntrico barrio del Vedado, ayer, en el suburbio de Párraga, la situación se calentó mucho más y llegó a haber violencia.

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Las mujeres esta vez eran una treintena, e iban encabezas por Reina Tamayo, madre de Orlando Zapata Tamayo, fallecido el 23 de febrero después de 85 días en huelga de hambre. Después de asistir a una misa en la iglesia de Santa Bárbara, la divinidad Changó en las religiones africanas, salieron caminando hacia la casa cercana de un ex preso político que hace días se declaró en huelga de hambre.

"Íbamos andando pacíficamente y de pronto comenzó el acto de repudio", relató una de las mujeres. Eran unas 300 personas, y también había un notorio despliegue de agentes de civil y policías, que seguían de cerca los incidentes. Al principio fueron los gritos de costumbre: "¡vendepatrias!", "¡gusanas!", "¡viva la revolución!"; y también las habituales réplicas de las Damas: "¡Viva Zapata!", "¡libertad para los presos!".

Por momentos la situación llegó a ser de gran tensión. Ante la negativa del grupo de mujeres a entrar en unos autobuses de la policía para evacuarlas del lugar -"esto es un secuestro", decían-, fueron obligadas a empujones, arrastradas en algunos casos, por agentes de civil y mujeres de uniforme. Al final, la policía las condujo a la casa de Laura Pollán, una de las líderes del movimiento que aglutina a más de un centenar de esposas, madres y familiares de los 53 presos del Grupo de los 75 que todavía siguen en prisión.

Pollán afirmó que estaba toda magullada y que creía que le habían roto un dedo, y dijo que otras mujeres estaban en iguales condiciones.

Horas más tarde, después de que algunas acudieran al hospital a hacerse atender de heridas menores, las Damas de Blanco retaron de nuevo a las autoridades. "No nos van a amedrentar", dijeron, atrincheradas en casa de Pollán. El grupo expresó que saldrá cada día a la calle hasta el próximo domingo, día 21, cuando terminarán sus siete jornadas de protesta, una por cada año de cárcel cumplido por sus familiares.

Los 75 fueron detenidos entre el 18 y el 20 de marzo de 2003, bajo la acusación de "conspirar" con Estados Unidos para "subvertir el orden interno" en Cuba, y condenados días después a sanciones de hasta 28 años de cárcel. La televisión cubana tenía previsto emitir anoche un programa de televisión de dos horas cuyo objetivo declarado es desenmascarar la "campaña de agresiones contra Cuba" que ha sido "lanzada" recientemente por "el imperio, sus cómplices y sus mercenarios". Otra vez los tambores de guerra.

Forcejeo entre agentes gubernamentales y algunas de las Damas de Blanco, ayer en La Habana.
Forcejeo entre agentes gubernamentales y algunas de las Damas de Blanco, ayer en La Habana.REUTERS

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