La autopsia no halla signos de violencia en el cadáver de Anza
El etarra Jon Anza murió de un fallo multiorgánico y su cuerpo no tenía ningún traumatismo, según concluye la autopsia preliminar realizada ayer en el Instituto de Medicina Legal de Toulouse. El cuerpo de Anza, cuya desaparición sirvió a la izquierda abertzale para agitar durante casi un año el fantasma de la guerra sucia, reflejaba el frágil estado de salud del etarra.
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