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Galán recaba apoyos para frenar a ACS en Iberdrola

Velan armas. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el presidente de ACS, Florentino Pérez (éste controla un 12% de la eléctrica de forma directa e indirecta), van a medir sus fuerzas una vez más. Lo harán en la junta prevista para el día 26 de marzo en Bilbao. Cada parte afina su estrategia. Sánchez Galán publicita, como en ejercicios anteriores, que habrá prima de asistencia a la junta. Serán 0,005 euros por acción y para cobrarlos bastará con asistir o con delegar el voto. A favor de ACS puede contar este año, al menos moralmente, la enmienda presentada por el PSOE para eliminar las limitaciones de voto en las empresas. La enmienda se votará el día 24 en el Congreso, dos días antes de la junta, aunque en ningún caso estará en vigor para entonces.

A Sánchez Galán le conviene que asistan o deleguen en el Consejo, como suelen hacer la mayoría de no asistentes, la mayor cantidad de accionistas posibles. En la junta de 2009, las propuestas de la dirección salieron adelante con porcentajes de voto afirmativo de en torno al 98% excepto en los puntos (renovación del Consejo y prohibición de incorporar al órgano de dirección a representantes de un hipotético competidor) en los que ACS votó en contra por perjudicar sus intereses. Físicamente, en el Palacio de Euskalduna de Bilbao, donde se celebró la junta, sólo hubo una presencia del 23,23% del capital.

Con la junta controlada y apoyos explícitos de la BBK y de Bancaja (7% y 6% de las acciones de Iberdrola respectivamente) Galán confía en cerrar el paso, una vez más, a las demandas de ACS, grupo al que considera competidor. El grupo constructor reclama su presencia en el Consejo año tras año, sin éxito.

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