"Adelantar es imposible con estas reglas"

A Michael Schumacher no le gusta perder. No le gustaba cuando era piloto de Ferrari y todavía le cuesta más aceptar su situación ahora en Mercedes, cuando no dispone del mejor coche de la parrilla. Tras ganar cinco títulos mundiales consecutivos entre 2000 y 2004, El Kaiser se cuestionó si valía la pena seguir en 2005 y decidió colgar el mono en 2006, cuando comprobó que Fernando Alonso le había birlado dos títulos consecutivos. Ahora, con 41 años, su regreso tras tres años ausente no está resultando todo lo satisfactorio que preveía. Básicamente, porque sus posiciones en la primera calificación (séptimo) y en la primera carrera (sexto) no fueron óptimas y porque, además, las dos veces estuvo por detrás de su compañero, Nico Rosberg.

Probablemente, eso era lo que menos deseaba. "Nico es más rápido que yo ahora", tuvo que reconocer el sábado tras la cronometrada. Pero su esperanza era que ayer en la carrera podría superarle. Y no lo logró. "Básicamente, adelantar con estas reglas es imposible", sentenció a modo de justificación. "Sólo puedes adelantar si alguien comete un error. Rosberg lo consiguió con Hamilton en la salida, pero después el británico recuperó su posición en el primer cambio de neumáticos. Es lo que hay, y a lo que deberemos acostumbrarnos a ver en el contexto de las carreras actuales".

El duelo entre los dos pilotos de Mercedes se saldó a favor de Rosberg. Pero Schumacher no tenía motivos para quejarse. Partió de la séptima posición en la parrilla y acabó sexto: ganó la posición de Webber, que sufrió un problema en la salida y perdió varios lugares. "De todas formas, hay muchas cosas que debo aprender tanto de los neumáticos como del coche como del equipo, antes de poder obtener el máximo rendimiento. En tres años han cambiado muchas cosas. Necesito tiempo". Cuidadoso con los detalles, Schumacher echa en falta las paradas más largas y más numerosas en boxes, de donde sacaba petróleo. Ahora sólo hay una y aún se puede especular poco con ello.

Estas posturas no alteran a Rosberg que, a sus 24 años, nunca se ha dejado impresionar por el aura de su compañero de equipo. "Le respeto mucho, pero espero que el equipo tenga el mismo trato para los dos", comentó cuando se anunció el fichaje del heptacampeón. En el primer gran premio de la temporada pudo comprobar que la promesa de Ross Brawn iba en serio.

Los mismos problemas se están planteando en McLaren, donde el coche fue diseñado para Lewis Hamilton y Jenson Button tuvo que hacer ciertas modificaciones para poder meterse en el espacio para el piloto. En Bahrein, Hamilton ofreció la primera lección: hay que ser agresivo a tope, algo que a Button le cuesta comprender. Mientras Hamilton conduce a golpe de corazón, Button lo hace con el cerebro y mucha más finura. "Probablemente, a la larga eso le concederá más opciones de ganar", comenta Nigel Mansell. Pero ahora mismo, el duelo por el liderato del equipo no tiene color. Hamilton no sólo es el piloto más querido en McLaren sino también el más rápido.