"Lo de Vettel ha sido cruel"

Sebastian Vettel no perdió la sonrisa que siempre le acompaña, pero en algún momento se le quedó helada. Después de dominar la calificación, el alemán partió en la primera posición en la parrilla y en ella se mantuvo hasta que un problema eléctrico en el motor de su coche -una bujía no funcionó como debería- le impidió ganar la carrera. Había mantenido a raya tanto a Fernando Alonso como a Felipe Massa, que, con sus Ferrari, le estuvieron presionando en todo momento, permaneciendo los tres en diferencias de cuatro segundos cuando habían transcurrido ya 28 vueltas de la carrera y todos habían realizado ya su única parada para cambiar los neumáticos.

Pero entonces surgió el problema. Fue un fallo eléctrico en el motor. El coche del alemán comenzó a perder potencia y de rodar en dos minutos cada vuelta al circuito pasó a hacerlo en 2m 4s. Alonso se le echó encima y le superó en la 33ª vuelta en la entrada de la recta. Massa siguió los pasos de su compañero de equipo justo al salir de la misma recta y sobrepasó también al Red Bull del germano.

Cuando todos habían cambiado ya los neumáticos, algo falló de pronto

"Pagamos un precio alto, pero sumamos 12 puntos", se consuela el piloto

"Lo que le ha ocurrido a Vettel ha sido cruel", resaltó Christian Horner, el director de la escudería Red Bull, al concluir el gran premio; "estaba realizando una carrera memorable, conduciendo a la perfección y manteniéndose muy firme en la cabeza. Habíamos realizado incluso el cambio de neumáticos sin errores. Iba directo hacia la victoria. Pero el coche comenzó a perder potencia y no pudo evitar que le pasaran Alonso, Massa y también [Lewis] Hamilton. Tuvo que hacer milagros para acabar la carrera en la cuarta posición. Y fue muy descorazonador verle perder de esa manera". El equipo dijo después que el fallo tuvo que ver con el motor Renault, aunque sin precisar más.

La situación que se vivió en Red Bull no fue la esperada porque ya en la salida Mark Webber había sufrido un pequeño problema en el motor que le impidió defender su posición y acabó relegado al octavo puesto final. Sin embargo, el equipo tenía también motivos para estar contento porque a lo largo del fin de semana había demostrado que tenían un coche capaz de superar a los Ferrari. Tanto en la vuelta rápida como en ritmo de carrera, Red Bull no tiene nada que envidiar a los monoplazas rojos. Estos dos equipos son lo que marcaron la pauta en la carrera de Bahrein con una superioridad bastante notable respecto a los McLaren y los Mercedes. También llovieron los elogios sobre Vettel.

"Desde esta perspectiva, las cosas fueron positivas", analizó luego el propio Vettel, que en 2009 acabó segundo en el Mundial y tiene tan sólo 22 años; "exceptuando el problema eléctrico, todo lo demás nos fue bien. El sábado fuimos uno de los coches más rápidos en todas las condiciones. Y hoy hemos mantenido el control de la carrera y acertamos en la estrategia. Habríamos ganado la carrera de no ser por el problema que tuvimos".

Vettel aseguró que sabía exactamente cómo estaban los neumáticos y que el coche ofrecía un excelente rendimiento. "Entonces, vi que perdía potencia y pensé que se había roto algo", comentó; "pero, afortunadamente, al menos pude concluir la carrera. Pagamos un precio muy caro, pero sumamos 12 puntos que nos ayudarán en el campeonato".