González pide al Gobierno que cuide la credibilidad de España

En teoría, la junta del BBVA era un trago difícil para Francisco González, presidente del banco. Tenía que explicar por qué los resultados del BBVA han caído un 16%; el dividendo en metálico ha bajado un 18%; las razones por las que el presidente ha prolongado su mandato tres años más (segundo punto del orden del día), con posibilidades de que sean cinco; la marcha del número dos, José Ignacio Goirigolzarri; la asignación de su jubilación por valor de 79,7 millones, y las perspectivas ante la crisis.

La realidad fue muy distinta. En las más de tres horas que duró la junta, González desarrolló con detalle la situación macroeconómica y la del banco, pero ni una palabra de las demás cuestiones. Sólo a preguntas de los accionistas tocó, por encima, algunos de estos espinosos asuntos monetarios. Otros, como el cambio de gestor, ni mención.

"Todos, empezando por mí, tenemos que estar orgullosos de lo que ganamos"

El banco reconoce que ha puesto en venta la sede operativa de Bilbao

El presidente del segundo banco comentó que España tendrá una recuperación más lenta que su entorno y mencionó las debilidades. "España tiene un endeudamiento exterior que en 2009 superó el 160% del PIB. Además, la salida de la crisis se ve dificultada por un déficit público insostenible, un crecimiento explosivo de la deuda y el deterioro de parte del sistema financiero". González pidió que se aborden estos problemas "con urgencia. España no puede perder la credibilidad de los mercados que nos financian". Cree que se necesita "un proceso creíble y sostenido de saneamiento de las finanzas públicas".

A continuación, abordó el problema del crédito. González piensa que no crecerá hasta que no se sanee el sistema financiero, pero destacó que el BBVA está fuerte. "Tenemos capital y liquidez para dar crédito a los 47 millones de clientes, pero no hay demanda. Ésa es la realidad. No son ciertas esas informaciones que dicen que se ha cortado el grifo del crédito, al menos para el BBVA". La entidad asegura que atiende el 75% de las demandas de préstamos.

Al igual que Ángel Cano, nuevo consejero delegado, González destacó que el banco ha incrementado las provisiones para fortalecer la entidad. "No hemos tenido ningún apoyo público. Ahora estamos en las mejores condiciones para afrontar 2010 y los años siguientes con la máxima ambición", enfatizó.

Hasta aquí el guión escrito. Llegado el turno de los accionistas, salieron a la palestra los otros temas arrinconados, pero presentes en el público que llenaba el Palacio de Euskalduna de Bilbao. La primera accionista que tomó la palabra cuestionó que González se mereciera una pensión de casi 80 millones, "y encima pone en venta la sede de Gran Vía en Bilbao".

Otros accionistas, representantes sindicales, compararon su pensión con la media de un empleado del BBVA: 12.000 euros. "¿Sabe cuántas veces cobra usted esta cantidad? No lo sé, pero es una obscenidad", dijo Francisco Arrese, de ELA. "Hace 10 años éramos 30.000 empleados y 100 directivos. Ahora somos 26.000 trabajadores y 2.200 ejecutivos. Éste es el verdadero problema de costes", insistió otro. "Usted cobra 5,3 millones y el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, 360.000 euros. Es una desproporción enorme", apuntó Arrese. También se criticó la continuidad como presidente hasta los 70 años "mientras prejubila a otros a los 50 años. Increíble", dijo Teresa Richard, una accionista.

En el turno de respuestas, González admitió que el banco está vendiendo la sede en Bilbao, un hecho que hasta ahora siempre había soslayado. "Qué vamos a hacer, no la vamos a regalar", dijo. González se mostró molesto con las quejas sindicales sobre los salarios. "No es verdad que los empleados hayan perdido poder adquisitivo", enfatizó. Apuntó que los trabajadores tienen la "tranquilidad de cobrar la nómina a final de mes". Y a continuación soltó la perla: "Todos en este banco, empezando por mí, tenemos que estar orgullosos de lo que ganamos, cada uno en su nivel", dijo. González fue reelegido por el 93,5% de los votos (hubo un quórum del 59,31% del capital). En 2005 logró el 99% de apoyos.