Álava respalda el plan eólico si garantiza la protección del medio ambiente

El nuevo plan eólico impulsado por el Gobierno se halla a punto de lograr el apoyo de la Diputación alavesa. Su responsable, Xabier Agirre, comunicó verbalmente por teléfono hace dos semanas al Departamento de Industria su adhesión final al proyecto si se garantiza en su segunda fase la "salvaguarda del patrimonio natural y paisajístico". Tanto las consejerías de Industria y Medio Ambiente como las otras dos instituciones forales han aceptado la inclusión de esta consideración y sólo falta la rúbrica en el documento escrito de Álava y de Eudel. El sí de la asociación municipal depende simplemente de que se reúna a sus órganos de dirección. Un portavoz de la Diputación alavesa aseguró ayer que todavía no "hay nada cerrado", aunque reconoció que la adhesión al plan resulta muy probable y que se adoptará en un Consejo de Gobierno.

Un portavoz foral alavés reconoce que el acuerdo es ya muy probable

El Plan Territorial Sectorial de Energía Eólica, que se encontraba paralizado desde 2008 por la creciente oposición, que llegó hasta a las propias diputaciones, quedó desbloqueado el mes pasado tras el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo, Vizcaya, Guipúzcoa y Eudel. Ello permitirá impulsar dos parques y otros 12 miniparques (los que tienen una potencia inferior a los 10 megawatios) y conseguir, cuando estén en marcha, pasar de la potencia instalada actual (153 megawatios) hasta los 325.

Álava no se había sumado porque exigía el rechazo expreso de la instalación de tres parques en su territorio (Arkamo, Cruz de Alda y Montes Iturrieta), que deben ser estudiados en la segunda fase del plan, ya en preparación, pese a que el Ejecutivo ha asegurado que su puesta en marcha resulta muy complicada al estar dentro de la Red Natura 2000, las áreas de protección definidas por la UE.

Agirre reclamó en su comunicación al Ejecutivo que la segunda fase del plan eólico tenga en cuenta los "criterios de salvaguarda medioambiental" que aprobó el Parlamento en marzo de 2008, que se refieren a incorporar todas las "novedades ambientales y tecnológicas" desarrolladas en los últimos años "con objeto de garantizar la salvaguarda del patrimonio natural y paisajístico de la comunidad autónoma vasca".

El diputado general alavés, del PNV, se impone así a la opinión de su diputado de Medio Ambiente, Mikel Mintegi, de EA, quien ha sido el principal obstáculo al pacto entre todas las instituciones, al exigir que se garantice la no construcción de los tres parques eólicos alaveses.

Una vez que firmen Eudel y Álava -en este caso quien suscriba el documento tiene que ser Mintegi-, se hará oficial el acuerdo.

El Plan Sectorial eólico fue aprobado en 2002 y permitió la apertura de las tres instalaciones existentes (sin contar con los miniparques): las de Elgea y Badaia, en Álava, y Oiz en Vizcaya. En esta fase se desestimaron los parques vizcaínos de Ordunte, tras la declaración de impacto negativa de la consejería de Medio Ambiente (la primera decisión contraria en Euskadi por motivos ambientales a un proyecto industrial a punto de acometerse), y Kolometa. Quedaron pendientes los de Ganegokorta y Mandoegi, que se han desbloqueado con el acuerdo del pasado mes, así como los alaveses de Arkamo, Cruz de Alda y Montes de Iturrieta y el guipuzcoano de Gazume, ubicados en la Red Natura 2000 y pendientes del debate para la segunda fase del plan.