El IEC exige ser informado del proyecto del
Catalonia Cultura no acude a un debate muy crítico con el futuro museo
El presidente del Institut d'Estudis Catalans (IEC), Salvador Giner, reclamó ayer al Departamento de Cultura de la Generalitat información sobre el proyecto que impulsa de museo nacional de historia, arqueología y etnología (bautizado inicialmente en documentos de trabajo como Catalonia). Giner exigió que se consulte al instituto y que éste tenga "algo que decir" sobre el futuro museo, en la consideración de que el IEC como "academia nacional" tiene competencias sobre el particular. "Soy hombre de paz", llegó a decir el presidente del IEC, "pero discreparé de la política del Gobierno si ese museo se hace de la manera en que parece que se está planeando".
Giner hizo estas declaraciones en el Ateneo Barcelonés, en el curso de un debate muy crítico con el proyecto del nuevo museo y al que no acudió, pese a la invitación, ningún representante de Cultura. Es verdad que, de haber habido alguien del departamento, se habría sentido como Daniel en el foso de los leones, pues entre los participantes se encontraban algunos de los que más han denostado el futuro museo, como el catedrático de Arqueología de la Universidad de Barcelona, Xavier Hernández, que ayer llegó a hablar de "corrupción moral" en relación con el proyecto.
Los asistentes deploraron el desmantelamiento de museos previsto
No menos vituperador se mostró el catedrático de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Autónoma, Joan Sanmartí, que afirmó que el concepto de "dictadura de la incompetencia" se aplica "de manera palmaria a este caso". Las principales críticas tuvieron que ver con el proceso de "desmantelamiento" de los actuales museos de arqueología, etnología e historia de Cataluña en beneficio del nuevo.
Todos los participantes, moderados por el ex director del Arqueológico Pere Izquierdo, apostaron por "potenciar lo que hay" y aprovechar la riqueza existente, "la obra intelectual del país", en vez de lanzarse a proyectos "faraónicos". Durante el debate se comparó el desmantelamiento del Arqueológico con cerrar el Louvre o el British Museum.
Revestido de Séneca, Hernández, que consideró muy posible que el Catalonia vaya al 22@ y dudó que en Cataluña "haya estrategia cultural más allá del ladrillo", lanzó el cui prodest. "¿A quién beneficia el nuevo museo?". Y se contestó: "A las constructoras y a los grupos gremiales que se distribuirán el nuevo pastel".
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