"No tenemos capacidad económica para producciones"

El Teatro Campos Elíseos celebra esta tarde su inauguración oficial, en la nueva etapa que se abre bajo la gestión de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), dentro de su red Arteria que se extiende por España y Latinoamérica. Al frente del Campos está el director de la SGAE en la zona norte, Ignacio Casado.

Pregunta. ¿En sus manos está la dirección artística del teatro?

Respuesta. No. La dirección artística es compartida entre los espacios de la red Arteria, pero la programación no será igual. Cada teatro de la red tiene su particularidad.

P. ¿Cuál será la del Campos Elíseos?

R. Me gustaría que fuera un teatro muy para el autor, con la posibilidad de mezclar lo que se produce en el País Vasco y lo que viene de fuera, con una actividad muy diversa. Queremos que sea un teatro muy de los bilbaínos, como un club de amigos que reúna a gente muy distinta.

"La suma de actividades hace que salgan las cuentas"

P. Desde que en 2003 la SGAE y el Ayuntamiento de Bilbao firmaron el acuerdo para recuperar el Campos el proyecto ha cambiado. Anunciaron entonces que iba a estar dedicado a los nuevos creadores.

R. Bueno, eso sigue así.

P. No en la programación que ya han publicado.

R. Están Gaitzerdi, Hika. Hay cosas distintas. No están aún todos los nuevos creadores que queremos, pero vamos a intentarlo. De momento queremos hacer un homenaje al teatro con gente que lleva un tiempo, pero que siempre son innovadores.

P. Ya no hablan de producción de espectáculos.

R. Estamos en un momento de crisis económica. No está previsto plantear coproducciones, aunque estamos abiertos. No tenemos capacidad económica para hacerlo. Podemos pagar el teatro [25 millones de euros abonados al 50% con el Ayuntamiento de Bilbao] y abrirlo a las compañías. Somos una entidad privada, el único teatro privado de Euskadi, lo que supone una gestión distinta. Nosotros asumimos el riesgo junto con las compañías. Es el modelo que planteamos. Tenemos que cubrir los gastos con la taquilla. Si tuviéramos ayudas para producir entraríamos en esa línea rápidamente. Ha habido una evolución por el cambio en las circunstancias económicas.

P. ¿En qué quedará el proyecto de estrenar El extraño caso de los caballos blancos de Rosmersholm, de Alfonso Sastre, en su programa inaugural?

R. Teníamos muchísima ilusión, pero estamos en crisis. Es imposible asumirlo.

P. Los afectados por la anulación están muy molestos.

R. Vamos a intentar arreglarlo. Se trata de valorar el trabajo que se ha hecho y solucionarlo.

P. ¿Si otros teatros privados han ido desapareciendo como van a conseguir mantenerse?

R. Tenemos cafetería, estudios de grabación, salas polivalentes. La suma de actividades hace que salgan las cuentas.

P. ¿No es competencia desleal con la industria cultural que ofrece ya esos servicos? Acaban de lanzar un manifiesto sobre su precaria situación económica.

R. Supone complementariedad. No hay teatros con esta capacidad de grabar los espectáculos. Damos más servicios al teatro, grabación y postproducción a un coste inferior.

P. ¿Será un problema para el teatro la impopularidad que se ha ganado la SGAE con el canón digital?

R. No tiene nada que ver. Esa es una situación creada por los medios que han lanzado una imagen mala de la SGAE y esto es el teatro. Yo estoy encantado de trabajar en una empresa que reparte derechos de autor a 120.000 señores. La SGAE reparte felicidad.