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Reportaje:

Fragmentos de vida privada

El escritor Xosé Neira Vilas recoge en un libro cartas de correspondientes ilustres del galleguismo

"Lógicamente, cuando uno escribe cartas, no lo hace pensando en que un día se van a publicar", se sincera el escritor Xosé Neira Vilas (Gres- Vila de Cruces, 1928), "pero yo no he censurado nada". El autor de Memorias dun neno labrego habla del último libro con su nombre en portada, Cartas de vellos amigos, en el que reúne misivas recibidas a lo largo de 40 años y enviadas por la plana mayor del galleguismo cultural del siglo XX. "Entre Otero Pedrayo y Antón Fraguas, ése sería otro buen título", bromea al citar los marcos temporales del volumen, 1959 y 1998.

Estos fragmentos de vida privada, reconducidos al espacio público a través de la editorial Galaxia, permiten auscultar los vasos comunicantes entre la historia pequeña y la gran historia. En una misiva datada en 1962, cuando Neira Vilas y su esposa Anisia Miranda, fallecida hace cuatro meses, ya se habían trasladado de Buenos Aires a La Habana revolucionaria, el intelectual argentino Víctor Luis Molinari dejaba constancia del efervescente momento: "Hoy tuve la alegría de recibir una carta de Ustedes. Venía de Cuba, la de la esperanza, y escrita en un papel con signos chinos, que acerca otra esperanza".

"He servido de puente entre gente que se llevaba muy mal", recuerda

También se lee de qué manera confluyen alrededor de un individuo vectores alejados de un panorama cultural precario. "He servido de puente entre gente que se llevaba muy mal", recuerda Neira Vilas, "por ejemplo, me escribía con Celso Emilio y con Luís Seoane en un tiempo en el que se atacaban mutuamente". La polémica por los furibundos poemas de Viaxe ao país dos ananos, una carga de profundidad de Ferreiro contra el conservadurismo de las comunidades de emigrantes gallegos, provocó la distancia entre dos de los hombres más izquierdistas del galleguismo.

"Mi único mérito ha sido acumular las cartas", expone con modestia el recopilador y académico de la lengua, "a pesar de haber vivido en Argentina, en Cuba y en Galicia". Neira Vilas no guardó copia de lo que él mismo remitió a los involuntarios participantes del libro, cuatro decenas de nombres entre los que se encuentran Eduardo Blanco Amor, Salvador Espriu, Rafael Dieste, Ramón Piñeiro, Carlos Velo, Manuel María o Luís Soto. "La persona viva más cercana a este epistolario múltiple", afirma, "es Mariví Villaverde, la viuda del escritor Ramón de Valenzuela". E hija de Elpidio, último alcalde republicano de Vilagarcía de Arousa.

La profesora Dolores Villaverde realizó la edición de las cartas. Ayer acompañó a Neira Vilas en la presentación, en la librería Couceiro de Santiago.

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