El 40% de los nuevos grados de la UPV sigue sin aval oficial

Lejos quedaron las protestas, los desacuerdos sobre la dedicación horaria y sobre la tendencia del sistema universitario y laboral hacia los másteres. La Universidad del País Vasco (UPV) avanza a marchas forzadas hacia la convergencia con el Espacio Europeo de Educación Superior, el conocido como Proceso de Bolonia.

De todos los grados que la universidad pública pretende ofertar a partir del próximo curso, el 60% de los 68 presentados ante la Aneca, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, ha obtenido ya el visto bueno. El 40% restante sigue pendiente de su aprobación a escasos seis meses del comienzo del nuevo curso. Teniendo en cuenta los distintos centros en los que se imparte cada grado, el porcentaje de los que se encuentran pendientes del aval de la Aneca asciende al 49%.

Pese a que se esperaba que el proceso de acreditación se acelerase desde principios de año, las previsiones hechas por Educación y por la vicerrectora de Ordenación Académica, Carmen González, no se han cumplido. González aseguró en abril de 2009 que los títulos deberían estar "perfectamente verificados y autorizados" en febrero del presente año. Entre las que aún esperan el visto bueno oficial destacan 13 grados en ingenierías, la titulación de Administración y Dirección de Empresas, Medicina, Enfermería y el grado único de Letras Modernas y Clásicas. La UPV apunta que el grado de Ingeniería Ambiental es el único que, por el momento, ha tenido un informe desfavorable de la agencia y sigue todavía en el proceso de ser aprobado.

Los nuevos grados se presentaron en verano y homogeneizan la duración de las titulaciones universitarias, en su mayoría de cuatro años de duración -menos Medicina, Odontología y Arquitectura-. A ellos se suman los 74 grados que ya están homologados. Entre los profesores, la máxima preocupación radica en las nuevas titulaciones sobre las que la Aneca no ha dado señales. A partir de septiembre, los dos mapas universitarios convivirán, aunque la UPV ha dejado abierta la posibilidad a los diplomados para que, con un año más de estudio, logren el título de grado.

Así, la universidad pública entra en una etapa de experimentación y de rodaje de los nuevos títulos. El viceconsejero de Universidades e Investigació, Pedro Luis Arias, explicó a EL PAÍS: "Dentro de dos años haremos un estudio de demanda y decidiremos si hay que cerrar titulaciones, sobre todo las que están duplicadas o triplicadas".