La vuelta más personal
En 1995, Damon Albarn rebasó el umbral de popularidad admisible y acabó siendo la persona más odiada de Inglaterra. Han pasado muchos años y a día de hoy cualquier aficionado al pop tiene motivos para adorarlo. Gorillaz, el divertimento que creó junto a Jamie Hewlett, se le fue de las manos y lo hizo aún más multimillonario. Albarn amagó con no retomarlos jamás. Si lo ha hecho es porque se lo ha tomado como algo personal: a pesar de las colaboraciones, suena a proyecto en solitario. El relevo de Danger Mouse en la producción se nota con la aparición de exóticos instrumentales y baladas de la última etapa de Blur, además del típico sonido Gorillaz del sencillo Stylo. No tiene hits. Pero hasta eso es perdonable.
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