El Gobierno suma apoyos en puntos clave del plan anticrisis pese a las críticas

Hubo espacios de acuerdo en medio del desacuerdo. Ésta sería la conclusión de las muchas horas de reuniones bilaterales que ayer mantuvo la comisión gubernamental con distintos grupos de la oposición con el afán de poner en marcha medidas contra la crisis. Los trabajos arrancaron ayer y concluirán hoy en esta primera ronda, que tendrá continuación la próxima semana con reuniones "técnicas". La expectación estaba puesta en el encuentro entre la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y los ministros de Fomento e Industria, José Blanco y Miguel Sebastián, respectivamente, con los representantes del PP: Cristóbal Montoro, Álvaro Nadal y Fátima Báñez. Casi dos horas y media después, la vicepresidenta, con amplia sonrisa, proclamó: "Ha sido una reunión positiva y útil". Y Blanco explicó el porqué de esa interpretación: "El PP ha moderado sus críticas iniciales".

Erkoreka pide abandonar "el palacio" y volver a los ministerios

La reducción del IVA se aprobará por decreto, sin esperar al fin del diálogo

Pero a muy poca distancia del palacio Zurbano de Madrid, donde se desarrollan las reuniones, los dirigentes del PP, sentados en su sede de la calle Génova, ponían distancia y restaban importancia a los planos de acuerdo que tanto habían ensalzado los miembros del Gobierno. "Ha habido acuerdos en temas menores", señaló Nadal. Incluso costó trabajó que los dirigentes populares entraran en las materias de acercamiento. Una y otra vez insistieron en que no podía haber acuerdo en tanto que el Gobierno "no rectificaba su política económica" y, además, iba a subir el IVA a partir del 1 de julio. En efecto, la política impositiva ocupó más de la mitad del tiempo del encuentro. "No oculto que hay una diferencia de fondo entre nosotros y el PP en la forma de reducir el déficit. Coincidimos en la contención del gasto, pero también necesitamos recuperar ingresos, y esto lo haremos a través de la subida del IVA", explicó la vicepresidenta económica. Ahora bien, el acuerdo estará en que los populares apoyarán la reducción del IVA para todo tipo de obras de rehabilitación de viviendas y los créditos directos que articulará el ICO. También darán el sí a las medidas contra la morosidad que insuflarán vida a las pymes.

Esta dialéctica de contenida satisfacción por parte del Gobierno y, cierta displicencia de la oposición se repitió durante el resto del día con intensidad variable. Los portavoces de CiU salieron satisfechos, sobre todo, consigo mismos. Josep Sánchez Llibre y Pere Macias no perdieron ni un minuto de tiempo y pusieron sobre la mesa su propio documento. El Gobierno accedió a seguir el guión y hubo resultados. Así, los aspectos en los que se prevé un acuerdo general (la reducción del IVA, la morosidad y créditos del ICO) se aplicarán de modo inmediato. Fuentes de la negociación aseguran que a través de un decreto se aprobará la reducción del IVA. Asimismo, se aprovechará una proposición de ley de CiU que se debatirá el próximo 23 de marzo en el Congreso para aprobar las medidas contra la morosidad. Un tema no previsto también entró en la agenda: la reforma laboral. Primero, el PP quiso plantearlo pero el Gobierno recordó que esa materia estaba en plena ebullición en la Mesa del Diálogo Social. Pero CiU volvió a plantear la necesidad de que el Parlamento entrara en tan sustancial asunto. Ante la insistencia -de todos los grupos parlamentarios-, el Gobierno se comprometió a poner límite temporal en la negociación a patronal y sindicatos, de dos meses, para que lleguen a un acuerdo. Tras la reunión con los nacionalistas catalanes salió a la palestra el ministro José Blanco para poner también el énfasis en los espacios de acuerdo.

Si CiU había manifestado su duda sobre la utilidad de este foro de negociación, el PNV lo echó por tierra con toda crudeza. Su portavoz, Josu Erkoreka, junto al responsable económico, Pedro Azpiazu, alabó con ironía la belleza del palacio Zurbano pero recomendó que a hablar de política se volviera al Parlamento y a los ministerios. "No vamos a ser comparsas de los acuerdos a los que el Gobierno quiere llegar con el PP", dijo Erkoreka. También afeó al PP por mostrar discrepancias sin límite hacia el Gobierno pero luego "pactar sin publicidad, por ejemplo, el modelo portuario y aeroportuario".

Minutos antes, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, había obviado estas críticas para centrarse "en las coincidencias con el PNV en política industrial". En efecto, Erkoreka reconoció que las había habido. El portavoz de ERC no quiso entretenerse en el formato sino en las cuestiones de fondo y aunque encontró "desesperantes" las propuestas del Ejecutivo se mostró dispuesto a "arrimar el hombro". Sobre la mesa dejó su documento para que el Gobierno lo analice y se reanude la negociación la próxima semana. Esas negociaciones serán más discretas. Pero el Gobierno ha querido hacer esta primera ronda con grandes altavoces. "Hemos querido tranquilizar a la opinión pública con el mensaje de que todos los grupos somos capaces de dialogar y negociar", aseguran que dijo Blanco. Y Erkoreka le respondió con ironía: "Sí y de paso que contribuyamos a la tranquilidad del Gobierno"